Blake: El Libro de Urizen
Blake, 1757-1827, realizó esta obra en 1815, aunque su contenido es desde 1794 a 1815. Blake fue poeta, grabador, dibujante. Y en esta obra, es una especie de libro medieval, con textos escritos y con dibujos-grabados.
- En mi modesto entender y comprender, esta obra, es una obra maestra. Estamos inclinados a pensar que las grandes obras clásicas, de todos los tiempos y estilos, son las grandes realizaciones, en escultura, pintura, arquitectura y otros géneros, pero no somos conscientes, que códices medievales iluminados o ilustrados, o ésta obra en concreto, son en sí, obras maestras.
Hoy, con la Biblioteca Digital Mundial e Internet, nos permiten entrar y ver las ilustraciones y los textos escritos. Diríamos el original desde nuestra casa.
Ciertamente, que hoy a esta obra, se le daría el nombre del subgénero de libro de artista, pero estimo, que es equivalente, en este caso, no en otras obras dentro de este género plástico, a los libros medievales miniados o ilustrados.
- No se tiene que estar de acuerdo, diríamos con la filosofía o espiritualidad o religiosidad o metafísica de Blake, pero si se puede observar y sentir y percibir la enorme belleza de esta obra.
Ciertamente, en su tiempo, fue un autor, no digo totalmente olvidado, pero si muy silenciado. Por lo cual, quizás sus obras, no llegaron a ser consideradas con la altura estética y conceptual que encierran. Realizaba ediciones, diríamos limitadas, con grabados de textos escritos y de imágenes. Realizaba pequeñas obras maestras, pequeñas en sentido del tamaño, no en sentido de su expresión y contenido y significante y significado.
Hoy, en muchos sentidos, se ha vuelto a valorar sus obras en la historia del arte y de la poesía, su estética, quizás, en cierto modo su poética o poetización o poesía, como literatura, y menos sus mensajes metafísicos religiosos.
- Quizás, tendríamos que aprender y aprehender, una vez por todas, que pueden existir autores, autores en todos los saberes, géneros, especialidades, actividades, que en sus propios tiempos y espacios geográficos y culturales, no se valoren sus trabajos y sus producciones culturales, de creación o investigación, al nivel que merecen. Quizás, no debamos obviar y olvidar, la concepción popular, que indica, que si alguien está tomando copas en relaciones públicas culturales, no puede estar en su estudio buscando y creando e investigando.
Y puede suceder, que personas y las obras que producen, las del primer perfil, sean estimadas y consideradas y valoradas, sus labores, y personas; pero con el segundo nivel o perfil de estructura, pues como están más tiempo en sus gabinetes, ahora dirían estudios o despachos, buscando palabras e imágenes, realizando su construcción cultural, éstas obras y estos autores, se olvidan, silencian, cuándo no claramente se les marginan en sus diversos ámbitos geográficos y culturales.
Quizás, la cultura y la tecnología de la cultura y la industria de la cultura, ha llegado a un nivel, que esta situación se podría resolver y solucionar. De vez, en cuando surge en el panorama internacional, una figura y su producción, que se revaloriza enormemente, y en su tiempo, cuándo respiraba aire y proporcionaba sombra, estaba en el silencio o casi en el anonimato.
La cuestión es si una figura que se recupera o no se pierde del todo, cuántas se perderán y se dormirán, sus obras y producciones culturales, sean poéticas o literarias o plásticas o filosóficas o ensayísticas o teatrales o musicales o fotográficas o matemáticas o científicas o…, cuántas se perderán, y cuándo quiera la sociedad recuperar algo, solo quede una proporción menor. Es inventar o descubrir algo, y después perderlo, se pierde en la masa volcán de la historia.
- En tiempos de apogeo de la Ilustración, Blake, ni por su estilo dibujístico y pictórico, ni por sus temáticas conceptuales, filosóficas, ni por su literatura poética, encajó y armonizó con los aires de esas entidades y realidades. Blake, sin ser desconocido en su tiempo, no fue valorado o suficientemente estudiado, analizado, pensado, conceptualizado, ni su persona, ni su obra.
Quizás, ahora tengamos tiempo, aún, para sentir y percibir y estimar y valorar y disfrutar de sus obras, al menos, de ésta, que creo es una de las obras geniales que la humanidad ha producido. Por esta obra, y otras, el ser humano puede y debe sentirse orgulloso, saberse que ha valido la pena ser humano, que la humanidad exista, que usted exista, en medio de todos los terremotos y volcanes que la existencia humana arrastra en cada época y en cada vida…