Opinión

Galletas digestive o similares

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A la típica pregunta de porque son malas. Se podría responder con otra pregunta del tipo. ¿Qué te hace pensar que son buenas?

Que cambien azúcar por edulcorantes, aceite de palma por aceite de girasol no mejora prácticamente nada el aspecto nutricional. La esencia sigue siendo la misma. Un producto altamente procesado del cual no conviene abusar y que debería dejarse para ocasiones puntuales/esporádicas.

La ciencia que existe a día de hoy es clara al indicar que consumir productos de bollería aunque sea con edulcorantes e híper palatables se relaciona con el aumento de peso y diabetes tipo II.
Entre las razones pueden estar las siguientes:

Siguen manteniendo el sistema de recompensa a nivel del hipotálamo

Mantienen muy alto el umbral de dulzor. Con lo que nunca dejas de estar acostumbrado a sabores extremadamente potentes. Eso que hace que incluso frutas con un dulzor bastante acentuado, te parezcan simples o insípidas.

Además de confundir el sistema que regula la actividad hormonal, ya que parece activar la insulina aunque luego no descargue o realice el mismo trabajo que con el azúcar.

Es un producto que concentra una elevada carga calórica y por el contrario una baja casi nula densidad nutricional.

La saciedad brilla por su ausencia, con lo que al poco rato estas de nuevo llevándote algo a la boca. Y de ese modo entras en una espiral de la que es muy difícil salir bien parado.

Alteran de forma sustancial la microbiota intestinal. Y cada vez hay más certeza y más indicios de que una buena y diversa microbiota es crucial a la hora de tener un estado óptimo de salud.

Los estudios indican que consumir productos con aceites vegetales del tipo (girasol, soja, maíz y etc.) Son muy inestables y resisten muy mal las altas temperaturas por lo que se generan unos compuestos (peróxidos lipídicos, aldehídos insaturados) que actúan en el organismos de forma pro-inflamatoria además de tener consideración de carcinógenos.

Que justo es uno de los grandes inconvenientes de estos productos, con lo que propicia que se desequilibre todavía más los ratios omega 3 y omega 6, que de por si en la  Alimentación actual están en torno al 16-1 a favor del omega 6.

La modificación de los hábitos alimentarios ha llevado a un cambio en el consumo de ácidos grasos, con una aumento de los ácidos grasos ω-6 y una marcada reducción en el consumo de los ácidos grasos ω-3
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0212-16112011000200013

Una proporción equilibrada de omega-6 / omega-3 es importante para la salud y para la prevención y el tratamiento de la obesidad.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26950145/

Y luego podíamos seguir con el tema de las harinas....
Pero creo que con esto por ahora debería valer.

Vamos ahora con una parte que no podía faltar y es la de mostrar mi total desacuerdo y descontento con el sector alimentario que para mí, se olvida de la ética y la salud en favor de sus beneficios económicos.

La industria alimentaria como es lógico intenta no perder clientes y eso hace que tengan que reinventarse cada poco tiempo. Cada vez es mayor el desembolso en publicidad con tal de atraer y/o retener a los consumidores.

Un ejemplo de a que me refiero podría ser las galletas enriquecidas en fibra. Salen al mercado como si fuesen el remedio definitivo para acabar con el sobrepeso y además ganar Salud mientras comes algo sabroso.

Pero nada más lejos de la realidad. Ya que todo el mundo sabe que si quieres que NO te falte fibra en la dieta, se consigue consumiendo frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos. Los dirigentes de esas empresas lo saben mejor que nadie y por eso sus reclamos suelen ser contundentes y no les tiembla el pulso aun sabiendo que la mayoría de las veces están rozando la ilegalidad. Eso hace dudar y confunde al  consumidor que ante tantos anuncios, incentivos, tentaciones terminar por sucumbir a la compra de esos insalubres productos.

A mi modo de ver sería interesante saber diferenciar entre Sano/Saludable con compatible. En una dieta de adelgazamiento hay que valorar muchas cosas, hay que ver objetivos de la persona, hay que ver en qué contexto de alimentación se consume o recomienda tal producto.

Que se puede bajar de peso comiendo galletas todos los días sin ninguna duda. Pero eso no hace al producto bueno o saludable per se. Ni tampoco es indicativo de que sea la mejor opción.

Pero viendo la altísima prevalencia de patologías que nos invaden y teniendo en cuenta los patrones de consumo actual me parece muy irresponsable y una verdadera temeridad que un nutricionista o profesional sanitario hable a escala poblacional o escriba en redes sociales sobre la bondad o inocuidad de este tipo de productos.

Que incluya este tipo de productos a petición del cliente/paciente lo puedo ver bien y en según qué momentos puede ser beneficioso por versatilidad y una mejor adherencia de la persona, lo puedo entender y por supuesto respetar siempre y cuando se avise una y mil veces que si lo consume o permite es dentro de un modelo de alimentación ajustado y adecuado para él y se ha intentado compensar sus perjuicios calóricos y no calóricos con el resto del patrón alimentario.

Es cierto que no hay muchos estudios realizados que sean específicos sobre galletas, luego entonces lo más sensato y coherente seria tratarlas como lo que son productos ULTRAPOCESADOS. Pues bien a continuación vamos a ver algunos estudios que pienso pueden aportar cierto criterio a mi argumentación:

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