Desde la salida de aislamiento del etarra Txapote, asesino de Miguel Ángel Blanco, todos los focos se han centrado, si cabe aún más, en el Gobierno y en EHBildu. Muchos medios han especulado con la idea de que dicha decisión haya sido tomada por el Ministerio del Interior como forma de trueque a cambio del apoyo de EHBildu a los Presupuestos, decisión que ha indignado a parte de la ciudadanía. Una parte de los españoles no cree beneficioso para la política estatal el diálogo con los abertzales, pero, ¿cuántos saben su historia?
Para comenzar debemos conocer Batasuna. ¿Qué fue Batasuna? Batasuna fue un partido de ideología nacionalista vasca, independentista y socialista. Se incluía dentro del lado de la izquierda abertzale, es decir, nacionalistas independentistas vascos, y dentro del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Estuvo presente en el País Vasco y Navarra e incluso en el País Vasco Francés. La cuestión importante es que fue considerado como extremidad de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) tanto por la justicia española como por la Unión Europea.
Batasuna fue fundado por Arnaldo Otegi en 2001 e ilegalizado en 2003 como consecuencia de la creación de la Ley de Partidos. Dicha ley iba orientada, de forma indirecta, a la ilegalización de Batasuna dado el vínculo que mantenía con el movimiento terrorista. El fundamento de la Ley de Partidos de 2002 era garantizar el principio democrático dentro de las cámaras y la política nacional. En ella se afirma que “el objetivo es garantizar el funcionamiento del sistema democrático y las libertades esenciales de los ciudadanos, impidiendo que un partido político pueda, de forma reiterada y grave, atentar contra ese régimen democrático de libertades, justificar el racismo y la xenofobia o apoyar políticamente la violencia y las actividades de bandas terroristas”. No vendría mal revisar si Vox respeta dichos principios.
No todos los partidos votaron a favor de dicha Ley, solo lo hicieron PSOE, PP, CIU (nacionalistas catalanes), Coalición Canaria y el Partido Andalucista, además de IU, partido que votó por error de manera afirmativa. El resto de partidos percibían cierta ambigüedad e imprecisión en algunos artículos de la futura ley, ambigüedades apreciadas por gran cantidad de juristas en la actualidad, ya que podría vulnerar la libertad de expresión y podría afectar a aquellos partidos que compartieran las ideas de movimientos terroristas pero que, sin embargo, no estuvieran de acuerdo con el empleo de métodos violentos. Un relator del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas mostró su preocupación ante la aprobación de dicha ley compartiendo algunos de los argumentos de los que se opusieron a la misma.
Desde la ilegalización de Batasuna comenzó un periodo de creación de diferentes partidos y coaliciones abertzales y aquí nos interesan Sortu, Bildu y EHBildu.
Sortu se fundó en 2011 y fue ilegalizado por el Tribunal Supremo en marzo de dicho año, no permitiéndole así inscribirse como partido político por creer el órgano judicial que era una continuación de Batasuna. Solo nueve de los dieciséis magistrados votaron a favor de su cese. No obstante, en 2012 Sortu fue de nuevo legalizado por el Tribunal Constitucional por creer el juzgador que se vulneró el derecho de asociación y creación de partidos políticos. Por otro lado, Bildu fue creado en 2011 y participó en la coalición Amaiur en dicho año y en la coalición EHBildu en 2012 junto con Sortu.
Este partido tampoco esquivó las acciones de la oposición orientadas a su ilegalización, al igual que Sortu. En 2011 el Tribunal Supremo falló a favor de impugnar sus listas electorales por considerarlo un proyecto «gestionado, dirigido, coordinado y articulado por el complejo ETA-Batasuna». Tras la sentencia del Tribunal Supremo la coalición recurrió al Tribunal Constitucional, el cual afirmó que el Supremo vulneró el derecho a la participación política de la coalición.Tanto Sortu como Bildu rechazaban la violencia terrorista.
Y por fin llegamos al Bildu que conocemos: EHBildu.
¿Existe relación entre dicha formación y ETA? Los estatutos de EHBildu rechazan de manera expresa la violencia de ETA, de manera literal. EHBildu, o comúnmente conocido como Bildu, no es ETA, aunque muchos se empeñen en afirmarlo y seguir así aferrándose a la excusa de siempre. Si a la derecha le quitas el discurso de ETA no les queda nada.
Guiémonos por las decisiones de los jueces, escuchemos las opiniones de las víctimas tanto de ETA como de la violencia parapolicial, mantengámonos del lado de los que no intentan tirar por la borda la convivencia en el País Vasco y con el País Vasco. Por respeto a ellos y a la historia de nuestro país dejemos de utilizar a las víctimas.