Ante los nuevos acontecimientos políticos en la Comunidad de Madrid que nos dejan un escenario caótico, los líderes de los diferentes partidos madrileños no han dudado ni un segundo en acudir a los medios para intentar viralizar su postura y así legitimarla. Tanto Gabilondo (Psoe-M) como Errejón (Más Madrid) han intentado validar su propuesta de moción de censura ante la incertidumbre temporal y procesal de la disolución de la cámara madrileña por parte de Ayuso.
En este caso Gabilondo sí sería el candidato propuesto en la moción socialista, sin embargo, en el caso de Más Madrid la candidata es Mónica García. Pero, ¿por qué está acudiendo Íñigo Errejón a los platós de televisión a exponer sus argumentos en lugar de hacerlo la candidata García? Muy sencillo, por interés político de tinte machista.
¿Es cierto que la izquierda es más feminista que la derecha?
Siempre solemos asociar el movimiento feminista a la ideología más progresista, sin embargo, y aunque hasta cierto punto esto sea cierto, no significa que dichas formaciones comulguen la igualdad real y efectiva, y de ello somos testigos viendo como Errejón ha invisibilizado en gran parte a Mónica aun siendo ella la que debería acaparar el protagonismo en este momento. Si bien la izquierda constituye el lado del espectro ideológico que más favorable a la igualdad se muestra, no debemos caer en conformidad.
¿Por qué el líder de un partido que se reputa feminista bloquea las puertas del espacio mediático a su candidata?
Por un lado, por estrategia política. La cara visible de Más País es Errejón y su carisma es el que en gran medida mueve a sus votantes. Esta estrategia se aprecia con claridad en aquellas candidaturas que en la papeleta electoral, además del nombre del partido, colocan la imagen del líder pues saben que el reconocimiento social del candidato es su mejor aliado.
Una forma de conseguir que el carisma siga prevaleciendo es utilizar periodos de emociones masivas de efectos imprevisibles como es el caso de las elecciones o la moción de censura. Las comunicaciones se encuentran bajo el dominio de los mass media y es en los medios donde se consolida el personaje carismático y a la vez donde puede acusarse la crisis de liderazgo.
Por otro lado, el machismo presente en la esfera política. La base de este comportamiento es el paternalismo y la infantilización de la mujer. El paternalismo basa su teoría en la idea prehistórica de que el hombre es el que posee la inteligencia y la mujer debe quedar relegada al ámbito privado y al cuidado de la prole, la mejor característica de la fémina es la belleza.
Al ser el hombre, según dicho pensamiento, el que ostenta la racionalidad, es más beneficioso para la sociedad y para la propia mujer que sea él quien hable y decida por ella. No obstante, sin hablar de mujeres ni de hombres, ¿no supone esto una vulneración de la libertad de la propia persona y su capacidad de elegir y decidir sobre su propia vida? Sí.
El paternalismo va además unido a la idea de “niñas adultas” o lo denominado infantilización de la mujer. De no ser así, ¿qué finalidad tiene la utilización de la casilla Señorita en lugar de Sra? ¿Acaso se puede marcar la opción de Señorito? Para que una mujer obtenga el mismo reconocimiento que un hombre debe haber trabajado el doble que él y tener más experiencia.
Para la sociedad las mujeres necesitamos, permitidme la expresión, un señoro que nos guíe y nos enseñe el camino. Errejón ha creído óptimo relegar al segundo plano a Mónica y ejercer de padre diligente. Por actos como este hace falta más feminismo que nunca.