Afirmaciones como la del título, que a simple vista podrían parecer jocosas, se hacen realidad en la Comunidad de Madrid a través de la última propaganda de la cabalgata de Reyes que organiza el distrito de Moncloa-Aravaca de Madrid.
En el panfleto informativo aparecen tres reyes magos, Melchor, Gaspar y un sustituto de Baltasar, un blanco. ¡Jamás te lo perdonaré Manuela Carmena! Fueron multitud las críticas que recibió la exalcaldesa por alterar la vestimenta de sus majestades durante el desfile del 5 de enero, sin embargo, cuando las alteraciones proceden del otro lado no se genera ningún tipo de polémica.
Suficiente racismo para 2020. ¿De verdad a alguien le incomoda que Baltasar sea negro? ¿No es la tradición cristiana inclusiva? La tradición cristiana no sé pero el Ayuntamiento de Madrid desde luego que no. Esta imagen no supone nada nuevo bajo el sol, es un producto más de las políticas y declaraciones realizadas desde el Partido Popular junto con sus aliados.
La política de los azules se basa en el cambio gradual y disimulado como las bajadas del IRPF a los más privilegiados maquilladas de ayudas a la clase obrera, el confinamiento de los barrios trabajadores que casualmente suponen los barrios con mayor abstención y, por lo tanto, aquellos en los que Ayuso y Almeida perderían menos votos, o los contratos de urgencia que camuflan las asignaciones a dedo.
Esta estrategia ha sido la base del Partido Popular y la garantía de su éxito, clasismo con piel de moderación. El partido de Casado ha buscado ganarse la confianza de los ciudadanos a través de la oferta de un partido decidido, conservador y moderado, claro que con Vox al lado en el Congreso cualquiera puede definirse como esto último. El PP se ha ganado una reputación que, en mi opinión, no le hace justicia.
El comedimiento de los azules es solo una primera piel, si rascamos un poco descubriremos más detalles que nos harán dudar de su ideología de centro-derecha. Aquellos de “limpiemos Badalona” ante el aumento de inmigración rumana y gitana, aquellos que recurrieron al Tribunal Constitucional el matrimonio homosexual por oponerse a la moral natural y aquellos de las feministas son mujeres frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas son los mismos que se publicitan como moderados. Ayuso y Almeida no iban a ser menos.
El verdadero PP es racista. Es aquel que utiliza la doble vara de medir, el que viene en busca de un futuro en una patera no es bienvenido, no obstante, el jeque que desea comprar un equipo de fútbol tiene las puertas de la casa de Pablo Casado más que abiertas.
No me extraña que Baltasar se haya quedado blanco ante tanto racismo.