Sr. director:
Le escribimos en estos momentos difíciles para manifestar y denunciar la situación de completa confusión y desamparo en la que nos han dejado la Universidad Carlos III de Madrid y el Ministerio de Universidades a los estudiantes y profesores. Nosotros somos ConCienciaUC3M, una asociación universitaria en defensa de la educación pública. En épocas de excepcional crisis como la que estamos viviendo, los órganos de gobierno de la Universidad deberían de resolver las preocupaciones de sus profesores y estudiantes. No obstante, vemos como la Universidad Carlos III de Madrid hace justamente lo contrario.
Esta crisis está siendo gestionada de manera nefasta desde el comienzo de la pandemia, lo cual ha llevado a la situación de extrema urgencia que estamos viviendo los estudiantes y profesorado. A menos de un mes para el fin del curso todavía no hemos sido informados de las fechas de nuestros exámenes finales ni de la forma de éstos, más allá de que serán online.
Muchos de estos exámenes requerirán de webcam, como ya está pasando en la evaluación continua. Según la encuesta realizada por la Delegación de Estudiantes del campus de Leganés, en nuestro centro hay mínimo 522 personas que no disponen de webcam de las 2924 personas que respondieron a la encuesta organizada para analizar la situación de los estudiantes durante la cuarentena.
Estos datos fueron comunicados a la universidad que, ignorándose, nos informó a través de Vicerrectorado de Estudiantes que actuarán de tal forma que perjudicará directamente a las personas que no dispongan de una cámara web en casa, pues la alternativa que proponen a estas personas es la de repetir la asignatura el año que viene pagando el doble en su matrícula.
La universidad se defiende alegando que ofrece ayudas para los estudiantes que no dispongan de los medios para asistir a las clases online, no obstante, estas ayudas no han sido comunicadas en masa, por no mencionar a los estudiantes que sí han conseguido contactar con la universidad y tras semanas siguen esperando una respuesta.
Otra situación a mencionar es que la única solución que ofrecen a las personas que durante esta cuarentena hayan tenido problemas de salud o el fallecimiento de algún familiar es arriesgarse a un único examen final, una dispensa justificada o, de nuevo, repetir la asignatura el año siguiente pagando el doble su matrícula.
Los criterios de evaluación de las asignaturas están siendo cambiados constantemente solo con la supervisión de los departamentos que las imparten, ya que no hay un protocolo único y riguroso en esta situación al que los departamentos puedan acogerse.
Los estudiantes hemos visto cómo ha disminuido nuestro rendimiento académico por las consecuencias psicológicas de la cuarentena y el entorno de concentración desfavorable en el que nos encontramos; pero ante esto, los profesores han aumentado sustancialmente la carga de trabajo de las asignaturas.
El desinterés de la Carlos III hacia el bienestar del alumnado no ha comenzado con la pandemia pero sí que lo ha agravado, ignorando por completo la situación de excepcionalidad por la que estamos pasando tanto el profesorado como el estudiantado y sin contacto con los mismos hasta bien entrado en este estado.
Fueron los profesores quienes tuvieron que buscar maneras de dar docencia en línea, sin recibir ninguna clase de consejo por parte de la universidad, lo que les obligó a realizar incontables horas extra para paliar la situación. La primera noticia que tuvimos por parte de la universidad respecto al curso fue un mes después del comienzo de la cuarentena.
Una respuesta la cual dejaba multitud de cabos sueltos, como que el estudiantado nos encontremos a día de hoy sin saber si las matrículas dispensadas a causa de la pandemia tendrán que ser abonadas como segundas o terceras matrículas.
Además, los exámenes finales de evaluación ordinaria y extraordinaria se harán de manera no presencial sin haberse cerciorado la universidad de que todo el estudiantado cuente con los medios necesarios para los mismos. Todas estas malas decisiones se han visto agravadas por la total falta de comunicación de la Carlos III con sus estudiantes y cuerpo docente.
Es ante esta situación de completo desamparo en la que nos encontramos el estudiantado de la Universidad Carlos III, hemos decidido acudir a los medios de comunicación en busca de ayuda. Ante la nula transparencia y horrible gestión realizada por nuestra Universidad les pedimos que hagan eco de nuestra llamada para una gestión más transparente y más justa de los métodos de evaluación. Nos ponemos plenamente a su disposición en el caso de que quieran reunirse con nosotros para que podamos darles más detalles.
Muy atentamente, ConCienciaUC3M.