Por Moris Beracha
El panorama no está claro aún para el Banco Central Europeo. No obstante la noticias acerca del inicio de la etapa de vacunación en la región, el vicepresidente del organismo, Raúl De Guindos, no ofrece una visión muy optimista acerca de la recuperación económica para la zona, por lo menos en el corto plazo.
El funcionario recientemente declaró que la recuperación “continuará siendo desigual e incompleta, plagada de incertidumbres”. A ello se añade el proceso de vacunación, el cual se espera que vaya agilizándose, lo que sin duda alguna supondrá la recuperación en menor tiempo de la economía.
Se prevé que, durante el segundo trimestre de este año, se registre un ligero repunte o expansión a cero, luego de la caída de 2% aproximadamente en la eurozona, de acuerdo con proyecciones del BCE. Voceros del organismo han señalado que en la medida en que la inflación vaya acercándose al objetivo de colocarse por debajo de 2%, el banco dejará de hacer compras de deuda soberana.
Los gobiernos han estado haciendo importantes esfuerzos en política fiscal y, es por ello, que se está trabajando en condiciones de financiación más favorables que reporten beneficios tangibles, traducidos en repunte del crecimiento económico en el mediano plazo.
De Guindos se refirió también a los riesgos que aún persisten para la economía europea. El retraso en la vacunación, o la aparición de nuevas cepas del virus, tal y como se ha observado en el Reino Unido y en países de otros continentes como Japón y Suráfrica, pueden ser algunos de los factores de peso. Lo cierto del caso es que todo el desempeño económico global, y especialmente de Europa, gira en torno a la pandemia.
La grave situación sanitaria y la crisis económica nos están llevando a gastar más. Ante esa circunstancia, el vicepresidente del BCE recomienda “gastar más, pero gastar correctamente”. El gasto debe orientarse hacia aquello ligado con la pandemia, por ejemplo, gasto sanitario.
En la medida en que los gobiernos asuman el compromiso de invertir en mejoras de tipo sanitarias para evitar una mayor diseminación de la enfermedad, así como en propiciar el fortalecimiento del aparato productivo preservando el empleo, y financie a las empresas para que se mantengan operativas, es que se podrá entonces asegurar el repunte y recuperación de la economía de la zona euro.
Falta aún por conocer cuáles serán los resultados que arrojará el paquete de ayudas que la Unión Europa estará comenzando a distribuir este año, con la finalidad de ayudar en la recuperación de los países que fueron más golpeados por el impacto del coronavirus. Sin embargo, estamos seguros que no todos se recuperarán de la misma manera.