Sr. Director:
Soy un ciudadano, vecino de Fuenlabrada, que no ha militado en ningún partido político, creo en la democracia y he votado siempre en todas las convocatorias electorales como ejercicio supremo de esa democracia y privilegio que nos otorga la Constitución.
No me considero en la obligación de respaldar ninguna opción política, sin antes evaluar los programas y sobre todo los hechos de los diferentes partidos, precisamente porque no tengo afiliación ninguna.
Quizá por ello, he otorgado mi voto tanto al Psoe como al PP en diferentes convocatorias electorales y siempre en función del análisis de lo que han realizado ambos partidos y lo que he creido mejor para el país en cada momento.
La irrupción de Ciudadanos (Cs) como partido ubicado en el centro ideológico y de ámbito nacional me llevó a considerar que era una buena alternativa al bipartidismo. Su programa y sus posibilidades de pactar y obligar, tanto al PP como al Psoe, a introducir medidas liberales y de centro en sus programas de gobierno me convencieron y les he votado en los dos últimos sufragios.
Tras las pasadas elecciones de Abril, en las que el partido naranja obtuvo los mejores resultados de su corta historia, pensé que Albert Rivera utilizaría sus escaños para proponer las principales medidas de su partido en materia social, económica y de apoyo a la unidad de España al actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, algo que con una simple abstención se habría conseguido.
Pero no, la actitud del Sr. Rivera, ha sido la de no proponer nada constructivo, limitándose a decir que con Sánchez no pactaría jamás y que se entendiera con Podemos, esperando al último día para proponer tres medidas que por la premura y fecha límite no ha dado posibilidad de analizar.
Ahora y tras la nueva convocatoria electoral para el 10N y una vez que los sondeos de voto empiezan a dejar claro el importante descenso en el voto a Ciudadanos, Rivera da un giro de 360º y anuncia que puede pactar con el mismo Pedro Sánchez que hace un mes decía ser imposible.
Quizá considera el líder de Ciudadanos que los votantes y simpatizantes de su partido somos estúpidos. Mucho le va a costar argumentar a la sociedad española su cambio radical, la prensa va a utilizar la hemeroteca con sus propias palabras dichas y escritas desde Abril hasta hoy.
Lo que ahora propone Rivera por el bién de España y con la posibilidad de proponer un pacto de Estado a Sánchez si gana de nuevo las elecciones, podría haberlo hecho hace un mes y nos habríamos ahorrado los 140 millones que va a costar esta nueva cita electoral y sobre todo la decepción de muchos votantes de Ciudadanos y la deserción de políticos muy válidos que se han marchado de su partido.
Mi cabreo es tan grande que en esta convocatoria electoral no tengo decidido a quién darle mi voto, porque votar si votaré, pero de momento solo tengo claro que, con todo el dolor de mi corazón, mi papeleta electoral no irá para Ciudadanos.
Carlos Gutiérrez
Fuenlabrada