Tras el primer mes de confinamiento, reconocí estar indignado porque la inmunidad de rebaño que el covid19 no había conseguido, la estaban consiguiendo nuestros caudillos Sánchez – Iglesias con toda de suerte mentiras, subterfugios y promesas populistas, cacareadas por el gallinero mediático afín o subvencionado, invitándonos a abandonar las majadas de clase media autosuficiente, para llevarnos al otero de la dependencia institucional, disfrazado de paraíso para pobres.
Hoy, tras sesenta y no sé cuantos días ya de confinamiento, observando los acontecimientos, estoy asustado.
La nueva realidad que nos vendía la fábrica de eslóganes de La Moncloa para después del confinamiento, no era broma. Ahora estoy seguro que el gobierno de la decimocuarta legislatura constitucional está escribiendo una historia que nuestros hijos leerán con amargura. Nosotros no necesitaremos leerla, estamos ayudando a su redacción con nuestro silencio cómplice.
Hasta ahora estábamos tranquilos. España es la cuarta economía europea con una clase media consolidada y un orden constitucional con más de cuarenta años a sus espaldas en el que ya no existen “Tejeros”. Nada más lejos de la realidad, nuestro único escudo social se llama Comunidad Económica Europea y nuestros gobernantes están haciendo justo lo contrario de lo que esta aconseja.
Tenemos un gobierno bicéfalo en el que cada cabeza necesita a la otra para sobrevivir en el poder, que consigue sus mayorías parlamentarias poniendo a la venta, en el mercado de los partidos independentistas, competencias institucionales y derechos con los que no se puede mercadear.
En la sesión parlamentaria de ayer, miércoles 20 de Mayo de 2020, se pasó del escrache y el insulto personal que veníamos sufriendo hace ya unos años, aunque a los que les pilla al otro lado ahora les parezca nuevo, al matonismo y las bravuconadas entre los diputados de uno y otro signo. Me estremecí al recordar otra sesión parlamentaria en la que los diputados llegaron a desearse la muerte unos a otros y que desembocó en lo que cualquiera que haya leído sabe.
La “negociación” que ha llevado adelante el ejecutivo para la ampliación del estado de alarma, debería poner en alarma a todos los estamentos del estado que el ejecutivo no puede controlar. Pero ya los controla todos. Bueno, le falta el judicial de los tribunales superiores provinciales hacia abajo, pero todo llegará en ese otero de mínimos vitales para sobrevivir.
El tándem Pedro y Pablo, una vez más ha engañado, esta vez a CS y PNV escondiendo el pacto con BILDU. Esa es la salsa donde saben nadar, el engaño. Que en ese acuerdo de PSOE, PODEMOS y BILDU para la derogación de la reforma laboral, se incluya que …se debe llevar a cabo antes de que finalice el estado de alarma.., pone de manifiesto que el gobierno no está pensando en nuestra salud. Ya me contarán que sabe el coronavirus de reformas laborales.
Tanto desatino no puede ser incompetencia. No me lo creo.
Mandar inspecciones al sector agrario para poner el esclavismo al descubierto (¿?), insultar al sector del turismo, desequilibrar el sector automovilístico planteando dudas en el peor momento, crear inseguridad jurídica laboral en los que tienen que emplear pasado este horror, proponer la gestión del IMV a los ayuntamientos (de esta idea no he vuelto a saber nada, espero que la hayan abandonado), y solucionar con promesas, que se atascan en su propia burocracia, las necesidades de las PYMES y autónomos, no es incompetencia.
Saben que no existe una mayoría para una moción de censura. Saben que la única respuesta es la protesta callejera y en eso tienen la patente. Nos queda desgobierno para rato.
Cuando la CEE ponga al descubierto los tejemanejes de esta gestión y exija medidas para seguir financiando, vamos a descubrir el cencerro que llevamos colgando, felices con el bonito futuro que la ciencia demoscópica de Tezanos proclama.
Aunque me estoy alargando, les pongo un ejemplo. El alcalde de Madrid ha constituido un comité para re-lanzar la actividad del que forman parte:
José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; José Bogas, consejero delegado de Endesa; Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña; Emilio Gayo, presidente de Telefónica España; Cristina Garmendia, presidenta de la Fundación Cotec; Miguel Garrido, presidente de CEIM, Víctor Madera, presidente de ICD Salud-Quirón, y Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española. Al encuentro ha asistido también la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, y está auspiciado por el despacho Herbert Smith y la consultora McKinsey.
El gobierno ha constituido una comisión parlamentaria para llegar a la nueva realidad presidida por Patxi López y Vice-presidida por Enrique Santiago, además de otros “experimentados” políticos. Por cual apostarías?