Por Moris Beracha
Las noticias siguen siendo poco esperanzadoras. El panorama continúa muy incierto para la economía mundial. Los pronósticos no han sido de los más acertados, pese al profesionalismo y la capacidad técnica de los entes multilaterales y de prestigiosas firmas de análisis y calificación de riesgo. Nadie en lo absoluto se imaginó cuan fuerte llegaría a ser el impacto que dejaría a su paso la irrupción de la pandemia.
En los actuales momentos se torna sumamente complejo realizar pronósticos, en razón de que es impredecible el curso de los acontecimientos. La emergencia sanitaria ha dejado a su paso, además de muerte y un duro golpe a las finanzas de los gobiernos, un fuerte impacto, el cual traerá fuertes consecuencias en el PIB de la economía global.
Al respecto, el Fondo Monetario Internacional alertó que la recesión mundial, debido a la covid-19, será “menos severa” de lo que se había previsto, pero la misma será “larga, incierta y desigual”, adjetivos que para nada inyectan optimismo a los mercados. Las frases corresponden a su directora gerente, Kristalina Georgieva.
En el informe presentado se destaca que, aunque han vislumbrado un pequeño repunte en los indicadores de crecimiento en lo que respecta a este año, para 2021 el panorama sigue siendo incierto y, al igual que en el presente periodo, la recuperación será “parcial y desigual”.
Para los países con menor flujo de caja, el golpe ha sido muy profundo y existe el riesgo de que haya una generación perdida. Un retroceso de 10 años, aproximadamente, es lo que vaticinan los expertos, lo que podría ser la mayor consecuencia de la irrupción de la pandemia en el mundo.
Al respecto, la máxima representante del FMI ha hecho una serie de recomendaciones, que van desde velar, en primer lugar, por la salud de las personas, intensificando las medidas esenciales. Sugiere también evitar la retirada a destiempo de las medidas de apoyo, implementando además, medidas fiscales flexibles, lo que a futuro será fundamental para la recuperación. Por otra parte, recordó la necesidad de abordar el problema de la deuda, especialmente en países de bajos ingresos.
Europa y Estados Unidos tienen una mayor probabilidad de recuperación más temprana y con mejores indicadores que Latinoamérica. No obstante, habrá que esperar la presentación del documento con las proyecciones definitivas, el cual se estima se dará a conocer en el transcurso de la semana próxima. Pero, por ahora, no se vislumbra un futuro prometedor.