Buenos días, somos un colectivo de padres de niños amantes del deporte, que ponen toda su ilusión en jugar y disfrutar creciendo cada día, individual y colectivamente, practicando el deporte que más les gusta, el fútbol. Para ello confiamos en el club más importante y con mayor proyección de la ciudad, el CF Fuenlabrada.
Es evidente que toda práctica deportiva tiene un coste y cada club, en función de su entidad, profesionales, dedicación, material, fichas y demás pone un precio. En ese sentido, el CF Fuenlabrada duplica al que tienen la mayoría de clubes de la localidad, lo que podría darse por bueno si realmente sus prestaciones avalasen lo que se está pagando.
Hace dos años se cambió la dirección deportiva del club, con algunos problemas en la salida de los anteriores responsables, lo que ocasionó tener que sufrir un año un tanto anómalo, en general, en cuanto a las prestaciones deportivas que recibieron los niños.
Como consecuencia de ello el presidente del Club, D. Jonathan Praena, nos reunió a los padres al final de temporada para decirnos que todo estaba resuelto, que había sido un año complicado por culpa del cambio y que el presente año todo eso quedaría olvidado porque se iba a desarrollar la temporada con una planificación adecuada, con entrenadores de garantía, con el material y equipaciones en tiempo y forma, además de unos servicios añadidos casi profesionales para la mejor atención de los niños. Claro, todo ello con un aumento de la cuota de casi un 50% sobre el precio del año anterior, es decir 600 euros para los niños de nuevo ingreso. Promesas.
Al final, el tiempo y la realidad van tumbando toda la paciencia y ganas que han derrochado todos los niños y posiblemente la mayoría de entrenadores. Pero la evidencia acaba aflorando. La equipación, entregada bien entrada la temporada, pasó de ser Nike como en años anteriores a Joma, no se ha dispuesto de fisios ni recuperadores para los niños, se nos ha quitado el carnet de abonados…
Pero lo más sangrante y vergonzoso es que no se está pagando a los entrenadores, que se han dejado su tiempo, su esfuerzo y su dedicación. Algunos tenían trabajos o ingresos por otras vías y han podido aguantar, pero otros han tenido que renunciar y abandonar, después de mucha paciencia y confiar en las continuas falsas promesas de pago.
Ha habido equipos que han podido mantener una cierta continuidad pero otros, directamente, han quedado renegados y olvidados a su suerte, con niños hundidos física y moralmente por la nefasta gestión del club. Un club que ha derivado todo el dinero de las cuotas del futbol base a cubrir también las necesidades de la primera plantilla en 2º B, donde no han escatimado nada y que es el buque insignia sí, pero que ha llevado a la deriva a una cantera de lujo y está a punto de hundirla, porque así es imposible que sobreviva y cada cual tratará de encontrar un tronco al que aferrarse y alejarse de un Titanic fuenlabreño que zozobra.
Y nos queda la duda, Fuenlabrada, ¿se puede ser ciudad europea del deporte y poner como estandarte al CF Fuenlabrada, con sus pies de barro?