Opinión

La banca: ¿Un aliado en la recuperación de la economía europea?

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Por Moris Beracha

Como un terremoto y sus réplicas. Así se asemeja el comportamiento de la economía europea como consecuencia de los efectos de un “sismo” conocido como COVID-19. Las proyecciones para Europa no parecen ser las mejores para lo que resta del 2020.

El más reciente informe del Fondo Monetario Internacional, “Perspectivas Económicas Regionales para Europa”, señala que el impacto económico de la pandemia ha sido de proporciones incalculables. Entre los vaticinios del organismo multilateral, destaca la disminución del 7% PIB europeo para este año.

Al respecto indica que la recuperación tras la crisis “será desigual y parcial” Y como si lo anterior fuese poco, también señala que no obstante el repunte del PIB real en 4,7% para 2021, el indicador seguirá estando 6,3% inferior a las proyecciones antes de la pandemia.

En resumen, dejarán de ingresar un monto cercano a los 3 billones de euros, dinero que no será posible recuperar a corto o mediano plazo. Nada fácil el panorama.

Sin embargo, y a pesar de lo sombrío del firmamento financiero, el cual muestra números un tanto pesimistas, la región ha dado respuestas rápidas y efectivas a la crisis. Según el informe, por lo menos unos 54 millones de puestos de trabajo han sido preservados gracias a las políticas que para el mantenimiento del empleo, han desarrollado algunos de los gobiernos.

Las medidas fiscales discrecionales, han representado 6,2% del PIB en las economías más prosperas de Europa y 3,1% del PIB en las economías emergentes. Una gran parte de esos paquetes de estímulo fiscal han evitado un colapso mayor en las finanzas, ayudando a mantener las fuentes de empleo, deteniendo también la caída de un importante número de instituciones financieras.

Sobre este particular es menester destacar que la abundante inyección de recursos a los bancos para que este dinero sea vertido en el torrente de la economía, a través del otorgamiento de créditos a todos los sectores en condiciones beneficiosas, la flexibilización de las condiciones para que estas instituciones puedan obtener mayor liquidez, así como  las políticas de reducción de las reservas bancarias de liquidez y capital, han hecho posible que el acceso al crédito fluya en mayor proporción, sobre todo hacia la pequeña y mediana empresa.

Una segunda ola de contagios vuelve a causar estragos en la economía. Ante ello resulta fundamental seguir promoviendo el desarrollo de mecanismos de alivio financiero, tanto para las empresas, como para los que de ellas dependen. Aunque la incertidumbre siga reinando, la banca ha demostrado ser, en todo momento, un actor clave para la recuperación de la economía de Europa en la era post pandemia.

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