Opinión

Efectos COVID-19: PIB de la India registra caída sin precedentes en 40 años

Por Moris Beracha

Oficialmente, la India entra en recesión. Durante el trimestre abril-junio de este año, el segundo país más poblado del mundo registró una aparatosa caída de su Producto Interno Bruto de 23,9%, lo que se constituye en el mayor de los declives entre las 19 naciones que integran el G20.

El descenso del PIB indio se constituye en el mayor de los registrados desde que comenzaron a presentarse datos trimestrales en 1996, según lo informó la Oficina Nacional de Estadística.

Y el responsable es el temible coronavirus. En razón de la gran densidad poblacional y de las exiguas condiciones sanitaria en gran parte de ese país, se hace muy complicado para las autoridades llevar a cabo las medidas y controles necesarios para disminuir su impacto. Ante ello, la India se vio en la necesidad, durante abril y mayo, de cerrar tiendas, mercados, industrias y casi todas las áreas de la economía, lo que ocasionó un descalabro sin precedentes.

Todos los sectores, a excepción de la agricultura, resultaron severamente afectados. Los datos del organismo oficial muestran que la industria manufacturera descendió 39%, construcción cayó 50%, comercio, hostelería y comunicaciones se contrajo 47% y minas y canteras 23%.  Las faenas del campo crecieron 3,4%.

Los detractores de la actual administración señalan que el bloqueo de la economía, para evitar la propagación del virus, estuvo muy mal diseñado. Agregan que fue llevado a cabo sin preparación alguna, cerrando toda la economía local. El sector informal fue, sin duda alguna, el más deprimido.

Otros datos destacan el duro revés que está sufriendo la economía de esa nación. El gasto privado se redujo hasta casi 27%. Como consecuencia de ello, el drama social aumentó. Las familias no disponían de recursos tan siquiera para adquirir los productos básicos para su subsistencia. La población dispone de muy pocos ahorros y dependen, en muy alto grado, de sus ingresos para sobrevivir.  

Aunque la pandemia es una de las grandes causantes del caos económico en el cual se encuentra sumergida la India, es menester recordar que sus indicadores económicos, durante los últimos años, no han sido de los más afortunados. Al contrario de las mayores economías el mundo, el país no ha aumentado el gasto público, ni ha puesto dinero en las manos de la población más vulnerable. Su déficit fiscal se mantiene en -7,4%, señala el Fondo Monetario Internacional.

Sus perspectivas económicas no pareciesen ser de las más afortunadas. Se prevé que siga siendo un país muy pobre, y con los daños del COVID-19 no será posible, por  lo menos en el corto plazo, que esta situación se revierta.

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