Opinión

Si es país para viejos...

La nueva generación de mayores | Getty Images/iStockphoto
photo_camera La nueva generación de mayores | Getty Images/iStockphoto

Mis abuelos eran viejos...¡¡¡y a mucha honra!!! No pretendían ser otra cosa. Eran viejitos felices y alegres. No eran personas de la tercera ni de la cuarta edad, ni eran del IMSERSO.

Cuando tuve conciencia de quiénes eran, ya se habían hecho viejos, de los de entonces  Y vivían felices instalados en su vejez. La abuela de mis hijos, mi madre, es más joven, a ratos, que yo. Y es mucho más vieja que los viejos de mis abuelos. 

Me viene todo esto a la mente al observar varios fenómenos sociológicos que me tienen sumido en un tremendo estado de confusión. Nos hemos abonado a los eufemismos, creyendo que "se nos ha ido" es menos muerte que la propia muerte; que la "larga y penosa enfermedad", es menos penosa que el fatídico y letal cáncer. Y así podría seguir…

Abomino los eufemismos, más aún cuando, lejos de suavizar el asunto que tratan, lo bordean tanto que se convierte en un himno a la horterada, además de un acertijo irresoluble.

La sociedad evoluciona y con ella, los avances científicos, las costumbres sociales, la esperanza media de vida y la vida misma. Todo esto nos obliga a reordenar nuestros esquemas mentales y clichés, que no nuestra semántica. Por eso detesto, los eufemismos para la gente "mayor" ¿Mayor que quién?, es la pregunta que me hago siempre. 

Llamar a los que han superado la línea de meta de los 70, *tercera edad", "nuestros mayores", "los abuelitos" o aún peor, "los seniors"...no sólo no acolcha el paso del tiempo, sino que lo disfraza de una forma vil, para que parezca que queremos premiar a una generación infravalorada, que nos ha sacado de una guerra y que ahora cuida a nuestros nietos, para que podamos hacer "escapadas" con nuestras parejas. 

Mi madre es joven porque así se siente, a sus casi 90, y con sus escasas limitaciones (ya no puede incorporarse a la moda del pádel, y se le olvida a qué ha ido a la cocina) . Por lo demás, vive en su vejez con la ilusión de un chaval de 20 años. Hoy, más que nunca, ser viejo es simplemente un estado de animo, de espíritu, de cada uno. 

No podemos obviar que el cambio en la esperanza media de vida (de 41 años hace un siglo a los 86 en la actualidad), ha dejado una puerta abierta a una generación a la que no sabemos cómo llamar. Esa que va de e los 50 a los 70, que no son jóvenes, “strictu sensu”, pero tampoco lo contrario. 

Esos sí juegan al pádel, se casan, se separan y se recasan. salen de tardeo y bailan flamenco hasta las mil. Se enamoran, se ilusionan y se ven a si mismos jóvenes. 

No quieren envejecer. Cómo el retrato de Dorian Grey.  

Esa nueva generación de viejóvenes no quieren pasar a formar parte del grupo de los eufemismos y se empeñan en reivindicar su juventud con sus actos. Lo que es innegable es que la llamada  'silver economy', está "que lo peta": El 40% del consumo mundial se concentra en los mayores de 60 años, target goloso para las marcas.. 

Sí mi abuelo hubiera vivido en estos tiempos, habría sido un “viejoven”, lleno como estaba de vida, sabiduría y buen humor. Pero le tocó vivir en otra época, esa en la que los viejos eran viejos, así sin anestesia verbal. Esa en la que sociedad no cambiaba cada 5 años, y vivió su vejez con una naturalidad pasmosa y con una actitud ejemplar.

Quizás la edad, las etiquetas y los prejuicios ya no alcanzan para definir quién es joven y quién ha dejado ya de serlo. 

Los “baby boomers” (esos nacidos entre 1957 y 1967) están o se asoman a la edad de la jubilación, lo que va a hacer saltar por los aires el estereotipo del jubilado, paseando en la casa de la playa con su segunda esposa o tomando un doble a la salida de un agotador partido de pádel.

Hoy más que nunca, este sí es un país para viejos, así a secas, con la edad que quieran tener, y dando ejemplo de vida. .como lo han hecho siempre. Pero sin eufemismos ni etiquetas ni DNI’s.

Voy a la cocina, pero no recuerdo bien a por qué iba....

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