La madre de la víctima fue quién alertó a la Policía indicando que su hija se encontraba en grave riesgo, por poder encontrarse retenida por su expareja.
Las gestiones policiales determinaron que el hombre tenía en vigor una orden de alejamiento y una prohibición de comunicarse con ella. Tras personarse los agentes en el domicilio, éste les indicó que no sabía nada del paradero de su expareja y les invitó a inspeccionar el interior.
Al no encontrar los agentes a la víctima, la llamaron al teléfono y al comenzar a sonar durante la llamada decidieron llevar a cabo una búsqueda más minuciosa, encontrando finalmente a la mujer oculta en un arcón bajo el somier de la cama.
Una vez recopilados los testimonios de la mujer, este varón fue detenido como presunto autor de un delito de detención ilegal, de violencia de género y quebrantamiento de medida cautelar.