Los detenidos tenían numerosos antecedentes policiales, donde fueron localizados en el entorno de la estación de Villaverde Bajo.
Las investigaciones permitieron acreditar que conformaban un grupo especializado, con reparto de tareas, que sustraía los teléfonos móviles y los enviaba al extranjero para dificultar su localización. Actuaban en hora punta cuando los andenes estaban llenos de viajeros para pasar desapercibidos.