Las investigaciones comenzaron al cometerse un robo en la localidad barcelonesa de Gavá, de donde sustrajeron un total de 5.193 relojes valorados en 1.368.619 euros. Los primeros pasos en la investigación permitieron identificar a una parte de los posibles autores, los cuales formaban parte de un grupo criminal asentado en Madrid pero que se movía con gran facilidad.
Con estos datos, los agentes de ambos cuerpos policiales acordaron continuar las investigaciones de manera conjunta con el objetivo de aunar esfuerzos y lograr el total esclarecimiento de los hechos y la plena desarticulación del grupo. Mientras las investigaciones avanzaban, durante el pasado mes de junio se produjo en Madrid un robo con fuerza en un establecimiento del centro de la capital, en el que sustrajeron un montante total de 45.000 euros. Practicadas las gestiones oportunas, se pudo determinar que los autores eran los propios investigados.
Respecto al modus operandi, en un primer momento realizaban la entrada al establecimiento mediante butrón o fractura de las cerraduras y puertas de acceso. Posteriormente, vulneraban y saboteaban los sistemas de seguridad y de alarma con el propósito de, una vez inutilizados, proceder a la apertura de las cajas fuertes que existen en las empresas, despachos mercantiles y joyerías. Lo hacían con un equipo oxicorte y así sustraían los efectos y el dinero que se encontrase en su interior.
Fruto del análisis de dichos indicios y de otras labores policiales, se pudo averiguar que preparaban un robo con fuerza en una empresa de óptica ubicada en la localidad leridana de Torrefarrera. Igualmente, se pudo determinar que uno de los implicados se había desplazado con otras personas no identificadas hasta un polígono industrial de Valencia con la finalidad de fijar posibles objetivos de robo.
A medida que la investigación avanzaba, se averiguó que planificaban un robo con fuerza en el establecimiento de una empresa dedicada al comercio del oro, situada en Madrid. A través de un local colindante que carecía de actividad, se estaba practicando un butrón para poder acceder a la empresa y, una vez en el lugar, proceder a violentar la caja fuerte y sustraer todo su contenido.
Tras el establecimiento de un dispositivo de vigilancia permanente durante todo el fin de semana, se logró la total y plena identificación de los integrantes que conformaban el grupo criminal. Al tener los investigadores la certeza de la inminente ejecución del robo mediante butrón, se llevó a cabo la explotación de la investigación, culminando con la detención de cinco personas y la ejecución de cuatro entradas y registros en los domicilios de los investigados, así como en el domicilio de la madre de uno de ellos, donde este individuo guardaba importantes sumas de dinero obtenido en los robos perpetrados por el grupo criminal.
La solicitud de la práctica de tales diligencias fue realizada con carácter urgente en orden a recabar no solo más indicios probatorios, sino también a la inmediata detención de sus integrantes y evitar, de este modo, la consumación del robo en la empresa comercializadora de oro.
El operativo ha permitido la detención de cinco de los integrantes del grupo criminal investigado, interviniéndose en los diferentes registros numeroso material específico para la perpetración de robos con fuerza, así como gran cantidad de dinero.
Las investigaciones policiales llevadas a cabo han permitido concluir que los componentes de este grupo criminal son delincuentes especializados en la comisión de robos con fuerza en despachos, oficinas y joyerías, vulnerando las cajas fuertes mediante equipo oxicorte o lanza térmica, previo estudio de los objetivos y sabotajes de los de los sistemas de alarma instalados.
Estos individuos no tienen ninguna profesión u oficio, siendo los botines que consiguen en los robos su único y exclusivo medio de vida, para lo cual han adquirido amplios conocimientos. Poseían, para ello, herramientas, útiles, ganzúas y dispositivos electrónicos de los más sofisticados del mercado, pese a que muchos de ellos tienen prohibida la venta a personas no autorizadas.
Uno de los detenidos es especialista en hacerse pasar por técnico de las compañías telefónicas, con uniforme corporativo y acreditaciones falsas de dicha compañía, al objeto de generar confianza en las empresas que visita. De este modo, conseguía información en relación a los sistemas de alarma, ubicación de volumétricos y localización de cajas fuertes.
Los detenidos acumulan un total de 93 antecedentes, la mayoría de ellos por delitos contra el patrimonio. En esta operación, los agentes les han intervenido un total de 34.180 euros, diversas placas de matrícula de vehículos, una mochila con un uniforme de una conocida compañía de telefonía junto a una acreditación de la propia compañía con datos de filiación ficticios, diversas herramientas para la comisión de los delitos, dos relojes y un vehículo.