Los hechos ocurrieron ayer lunes sobre las 18 horas. Una mujer peruana de 25 años llamó al 091 alertando de que su exnovio había acudido a un piso de la calle Maestro Barbieri donde ahora vive en con sus exsuegros.
El hombre, de 27 años y nacionalidad rumana, le exigió sin lograrlo que saliera a la calle, amenazándola con un cuchillo. Sobre el pesaba una orden de alejamiento después de que el 24 de febrero su novia le denunciara por presuntos malos tratos.
El agresor se marchó muy agitado a su casa, situada en la calle Pamplona, en la que reside junto a un compañero de piso peruano y otro español, que se encontraban dentro. Entonces llamó a su padre por teléfono informándole de que se iba a autolesionar y que no iba a salir de allí hasta que no viniera su pareja.
Agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar y, como seguía armado y no dejaba salir a sus compañeros, tiraron la puerta abajo. El malhechor se refugió en el baño y los funcionarios tuvieron que derribar la puerta para entrar y debido a su estado agresivo le dispararon con una pistola táser.
Finalmente, tras cuatro horas de operación policial, acabó detenido. Está acusado de malos tratos, quebrantamiento de condena, detención ilegal, resistencia y desobediencia a la autoridad. Ninguna persona resultó herida.