La investigación comenzó a finales de abril cuando los agentes tuvieron conocimiento a través de una denuncia de las prácticas ilícitas que estaba llevando a cabo este grupo criminal. Realizadas las comprobaciones pertinentes, se constató que en un domicilio de Parla, se estaba procediendo al almacenaje y a la venta de prendas de ropa que vulneraban los derechos
de propiedad industrial de diferentes marcas.
Durante las pesquisas practicadas, los agentes observaron la multitud de medidas que adoptaban los presuntos autores a fin de detectar la presencia policial, cambiando con frecuencia la ubicación de los trasteros donde guardaban la mercancía o ejerciendo funciones de vigilancia cuando introducían las cajas en el inmueble. Además, disponían de una clientela a distintas escalas, contando con compradores a nivel particular pero también realizando ventas al por mayor.
A finales de septiembre, se procedió a la detención de los presuntos autores de los hechos, cuando se encontraban descargando cajas de grandes dimensiones frente al domicilio que empleaban como centro de operaciones. Todos ellos mostraron una gran resistencia a la detención, llegando uno de ellos a intentar huir a la carrera aunque posteriormente fue interceptado en una calle aledaña.
Durante los registros efectuados, fueron intervenidas un total de casi 10.000 prendas falsificadas de distintas marcas. Por estos hechos, los cuatro varones fueron puestos a disposición de la autoridad judicial como presuntos responsables de un delito contra la propiedad industrial.
