Los arrestados vivían en los pisos superiores mientras desarrollaban los cultivos en los bajos. La instalación se dividía en varias habitaciones donde las plantas se encontraban en diferentes estados de floración para poder vender la droga de manera continuada.
La investigación se inició el 8 de octubre al tener conocimiento los agentes de que en Campo Real se podrían estar estableciendo cultivos rotativos de marihuana para lograr una producción continua durante todo el año.
Durante la investigación los agentes realizaron dos registros en chalets de lujo en los que además de marihuana también se localizaron todos los útiles para el cultivo y dinero en metálico.
El trabajo de investigación de los agentes de la Policía Nacional se realizó en dos fases, con dos registros en chalets. El primero fue el pasado 10 de noviembre que culminó con la detención de un varón y la incautación de cerca de 1.400 plantas de marihuana, además de varias bolsas envasadas al vacío conteniendo cogollos preparados para su distribución. El segundo, realizado el 16 de diciembre, supuso la desmantelación de una plantación de casi 3.000 plantas y un total de 7,5 kilos de cogollo. La operación se saldó con la detención de cuatro personas, una de ellas fue detenida cuando intentaba abandonar la vivienda en su vehículo, en el que posteriormente fueron hallados 5,5 kilogramos de marihuana lista para su venta.
En las averiguaciones, se descubrió que la manipulación fraudulenta de la red eléctrica proporcionaba un consumo hasta diez veces superior al habitual. Por todo ello, los agentes detuvieron a los cinco implicados como supuestos autores de los delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico.
