Los agentes hallaron, además, detrás del mostrador productos cosméticos y sanitarios, cuya venta está restringida a farmacias, además de proceder de países asiáticos y no contar con registro sanitario ni detalle de la composición, quedando precintados y a disposición judicial un total de 960 unidades de inyectables y productos cosméticos.
En el sótano del local, se localizaron dos camillas para dar masajes junto con seis máquinas de mesoterapia, además de tres pistolas profesionales para la aplicación cutánea de inyectables, quedando también precintadas las máquinas y las pistolas.
Tanto la encargada como la propietaria fueron informadas de que se iba a dar cuenta a la autoridad judicial y que serán investigadas por un delito contra la propiedad industrial, un delito de intrusismo profesional y un delito contra la salud pública. Así mismo se informará de lo actuado a la Junta Municipal por carecer de cualquier tipo de licencia para ejercer la actividad.