El medicamento fabricado en este laboratorio es un producto novedoso denominado SARMS del que hasta el momento no se tienen muchos conocimientos en Europa, pero cuyo consumo genera graves daños para la salud.
Las primeras pesquisas tuvieron lugar cuando los agentes recibieron diversas informaciones acerca de la existencia de un posible laboratorio clandestino de medicamentos en Madrid. Tras las investigaciones, los agentes lograron identificar al principal responsable, dueño del laboratorio, que al parecer estaba vinculado con varios gimnasios especializaos en la preparación de personas vinculadas al mundo del fisicoculturismo.
Ante la gravedad de estos hechos, los agentes continuaron las pesquisas hasta determinar que el laboratorio había sido desmontado y trasladado de lugar. Su nueva ubicación se encontraba ahora en el domicilio del padre del investigado, un abogado de reconocido prestigio.
Finalmente, los investigadores procedieron a la entrada y registro en el domicilio en el que localizaron 9.300 kilogramos de principio activo para la elaboración de SARMS, 200 viales, frascos y ampollas de producto finalizado, 500 botes y dispensadores goteros vacíos, material de laboratorio, una máquina para contar billetes diverso material informático, dos armas largas de fuego --rifles de calibre 300--, cartuchería y 178.800 euros en efectivo. Asimismo también se procedió a la detención del principal investigado.