La investigación comenzó a primeros de año cuando el grupo de estupefacientes de la comisaría de Móstoles tuvo conocimiento de un aumento del consumo de cocaína en determinadas zonas de esta localidad. Tras varios meses de investigación, los agentes comprobaron que los compradores se ponían en contacto con los suministradores a través de llamadas telefónicas.
Los investigadores confirmaron que los implicados tenían montada una red de distribución en la que el cabecilla suministraba la cocaína desde diferentes domicilios. Además averiguaron que alternaba una vivienda u otra dependiendo de la disponibilidad de droga que hubiese en cada una de ellas.También descubrieron que los compradores contactaban con los vendedore a través de llamadas telefónicas, usando para ello una gran cantidad de números de teléfono que cambiaban con asiduidad.
Las minuciosas medidas de seguridad que adoptaban los implicados, el entramado de viviendas que usaban aleatoriamente y la rapidez con la que realizaban las transacciones de sustancia estupefaciente por dinero dificultó altamente la labor de los investigadores. La operación se saldó con la detención de siete personas y se realizaron varios registros en viviendas y en un local del municipio. Los policías incautaron más de 25.000 euros en efectivo, más de 200 dosis de droga y útiles para su venta.
La Policía Nacional mantiene abiertos varios canales de comunicación con la ciudadanía en las redes sociales, que se suman al teléfono de emergencias 091. Además, cualquier persona puede aportar de forma anónima y confidencial cualquier información referente al tráfico de drogas a través de la cuenta de correo electrónico [email protected]
