Más de 27 años llevan en funcionamiento los códigos QR. Su creación data del año 1994, por parte de una empresa japonesa, que lo ideó como una fórmula de codificación evolucionada de los códigos de barras.
Esta tecnología, herramienta o sistema de codificación se ha mantenido durante buena parte de su historia muy al margen del público en general, pero con el boom que llevan experimentando los smartphones y dispositivos móviles desde hace más de una década, los QR han ganado mucho protagonismo.
Es muy probable que hayas utilizado estos códigos alguna vez en tu vida, pues están presentes en todas partes, desde sitios web hasta anuncios pasando por establecimientos físicos. La analogía con los códigos de barras está muy bien traída porque su propósito es el mismo, encriptar una información, y por su apariencia en diseño.
En este caso, en lugar de rayas verticales,lo que almacena la información son patrones cuadrados. A medida que más empresas utilizan los codigos qr, se vuelven más reconocibles, pero su impulso se debe especialmente a la capacidad de ser leídos desde los smartphones y los dispositivos móviles.
¿Cómo funcionan los códigos QR?
QR son las siglas de Quick Response, que en español se traduce como respuesta rápida. Este nombre hace referencia a la capacidad del sistema de ofrecer al usuario una información al instante.
La empresa japonesa Denso Wave, ligada a Toyota, necesitaba un sistema de comunicación y rastreo capaz de analizar al instante los vehículos y piezas durante la fabricación. Nacieron así los códigos QR que actúan como sistemas en formatos de cuadros que se leen en dos direcciones, de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda.
La ventaja de estos códigos es que son fáciles de escanear, y más en la actualidad, que prácticamente todos los dispositivos móviles más avanzados los leen sin necesidad de instalar un software accesorio.
Desde 2002 revolucionando la tecnología móvil
A pesar de que sus inicios se remontan al año 1994, los primeros teléfonos con lectores QR aparecieron en el año 2002. Desde entonces se han ido dando saltos evolutivos hasta llegar a la actualidad. En 2012 este sistema fue galardonado con el premio Good Design Award por el diseño industrial.
Los distintos patrones de cuadros presentes en los códigos dan acceso a una información encriptada. Cada código es único y exclusivo, no existiendo ningún otro con el mismo diseño. El lector analiza el código descomponiendo su contenido y asigna a cada cuadrado un valor en función de si es blanco o negro.
Esa información encriptada da lugar habitualmente a una dirección URL alojada en internet en la que se pueden visualizar los datos. Los aspectos positivos de este sistema de codificación es que contienen más información que los códigos de barras, dan lugar a menos errores, son fáciles de leer y son muy seguros.
QRty.mobi, tu app generadora de códigos QR
Dentro de los códigos QR se pueden establecer dos tipologías, los estáticos y los dinámicos. En realidad el aspecto visual de ambos es el mismo, un conjunto de cuadros y huecos en blanco y negro en una cuadrícula que da acceso a una información encriptada.
Sin embargo, la diferencia es que los códigos dinámicos permiten ser personalizados en cualquier momento, se puede variar la información a la que da acceso sin cambiar el diseño del código, algo que no ocurre con los estáticos.
Los dinámicos permiten configurar la URL de destino tantas ceces como se desee, además de poder trackear todos los scans y ofrecer un análisis de los dispositivos desde los que se escanean los códigos.
La herramienta QRty.mobi es una de las más potentes para generar estos códigos, ya que permite hacer todo lo comentado y además exportar información a formatos CSV y XLSX. En este generador caben todo tipo de alternativas, desde las cartas de restaurantes y menús, el acceso a material audiovisual y archivos en PDF, listados de enlaces, tarjetas de visita o de contacto y todo aquello que el cliente desee.
QRty.mobi ha acumulado en menos de un año más de 12.000 clientes en todo el mundo. La web está sacando partido del escenario actual, en el que todo el mundo con acceso a un smartphone puede leer cómodamente estos códigos.
Los dinámicos presentan la ventaja de la personalización, algo que es bienvenido en negocios como los restaurantes, que pueden cambiar su carta sin necesidad de imprimir nuevos códigos; o incluso también en el tan cacareado certificado Covid, pues una vez los interesados reciban la tercera dosis de la vacuna no necesitarán actualizar su documento, sino que el propio código llevará a la información más novedosa.
QRty.mobi tiene un precio anual de 200 euros y funciona a modo de suscripción, pero presenta un periodo de prueba de 14 días donde están disponibles todos sus servicios sin limitaciones a cambio de un único pago de 0,50 euros.
