Cada día, el equipo de ciencia de 'El Hormiguero' sorprende al personal con experimentos impactantes. Habitualmente todo está controlado, pero el directo tiene imprevistos que, a veces, salen muy caros.
Georgina Rodríguez era la invitada del programa y para asombrarla, llevaron a Laura Domínguez, gemóloga y cofundadora de Condé de Diamante, para que les mostrara algunos de sus ejemplares más increíbles. El lujo había sido protagonista de la entrevista y el experimento que iban a hacer ahondaba en ello.
Una joya naranja valorada en 24.000 dólares, un diamante azul de 456.000, otro rosa de 1.153.000 y uno verde de 2.400.000 impactaron a la audiencia, aunque no tanto como lo que sucedió a continuación. Tras revelar que Georgina llevaba encima una piedra de nueve quilates, Motos animó a su invitada a que atendiera la prueba que iban a realizar.
Para demostrar la dureza de la gema, «vamos a darle un martillazo a un diamante que vale 5.000 dólares», anunció el comunicador. «Somos muy tontos y nos hemos venido arriba. Hay mucha tensión, pero como es lo más duro que hay…», explicaba.
La especialista precisó antes de iniciar el experimento. «La característica de los diamantes es su dureza, pero es por su resistencia a ser rayado, no a romperse», apuntaba. Y añadía: «Es lo más duro, pero a la vez, es muy frágil». La advertencia de Domínguez afectó a Motos. «Estoy acojonado, no es broma», declaraba con gesto nervioso. «¿Se romperá?», preguntaba la experta. «¡Ni lo digas!», exclamaba el showman.
Llegado el momento, Domínguez golpeó con fuerza al diamante que se rompió en pedazos que saltaron por el plató. La cara del presentador era un poema. «Sí, efectivamente le hemos dado muy fuerte», se disculpaba la gemóloga mostrando las señales que la piedra había dejado en la base donde habían dado con el martillo.
«No te preocupes que lo arreglaremos», acertaba a decir Motos desolado. «¡Uff!», suspiraba echándose la mano al corazón. «De verdad que esto no tenía que pasar, se nos ha ido de las manos», aseguraba el comunicador. La especialista argumentaba: «Hemos debido de darle por el plano de exfoliación». Y Motos asentía. «Sí, le hemos dado donde no debíamos».
Los gestos del presentador y los comentarios de las hormigas aparentaban que la situación era totalmente inesperada. «Pues así es 'El Hormiguero', a veces la cagamos, pero bien», zanjaba el comunicador. Trancas y Barrancas trataban de quitar hierro al asunto. «Mañana con los zapping amortizamos», bromeaban. Pablo despidió abatido la sección. «Bueno, Laura, gracias por la información y compartimos este disgusto», remató.
