Dani Alves no comienza el 2023 de la mejor de las maneras. El futbolista se encuentra en el ojo del huracán al estar siendo investigado por los Mossos d’Esquadra por una presunta agresión sexual cometida el pasado viernes, 30 de diciembre, en una conocida discoteca de Barcelona. Una mujer ha denunciado haber sufrido tocamientos íntimos por parte del deportista, que se encuentra de vacaciones en la Ciudad Condal tras su participación el Mundial de Qatar. Los hechos ocurrieron en una sala de fiestas de la calle Tuset.
La mujer ha denunciado que el actual jugador del Pumas mexicano introdujo su mano por dentro de la ropa interior, y minutos después, junto a sus acompañantes, puso en alerta a la seguridad de la sala, que activó el protocolo correspondiente, tal y como han detallado en ABC. Tras los hechos presuntamente ocurridos un día antes de terminar el año, la supuesta víctima y sus amigas trasladadas a la comisaría de la policía catalana más próxima a presentar denuncia.
Después, pasó el pertinente reconocimiento médico y los agentes también tomaron declaración a un testigo que estaba en la discoteca. Por otro lado, el entorno de Dani Alves ha desmentido lo ocurrido al citado medio confirmando que estuvo en Sutton “poco tiempo” y señalando que “no pasó nada”.
Lo que también ha llamado especial atención es la desaparición de su mujer, Joana Sanz. Tal y como ha podido saber este digital, el perfil de Instagram de la maniquí estaba abierto al público alrededor de las 14:00 horas, pero unos minutos después no queda ni rastro de su perfil. Además, el último post de Joana, publicado en el mes de diciembre, confirmaba que su matrimonio atraviesa un buen momento porque le dedicaba la publicación a Dani Alves. No solo había un escrito repleto de halagos hacia el futbolista, sino que también incorporaba una fotografía en la que aparecían ambos, muy sonrientes, dándose un cariñoso abrazo. Una desaparición del universo 2.0 que ha llamado especial atención, ya que Alves se encuentra en el ojo del huracán.
