Kiko Rivera recibía el alta hospitalaria tras cuatro días ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sobre las 16:00 de la tarde abandonaba el hospital después de un chequeo médico con un TAC y una prueba de corazón para garantizar que su estado de salud era el adecuado para poder marcharse a casa tras el ictus.
Aunque ya ha recibido el alta hospitalaria y se encuentra en casa, a Kiko le han quedado graves secuelas. Una parálisis facial parcial y dificultad de movimiento. El Dj necesita ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, como andar, comer o asearse.
Para Kiko ahora viene una largo camino, después de sufrir un ictus, una buena rehabilitación es importante para la recuperación completa del movimiento. Irene Rosales será un pilar importante para dicha recuperación, la mujer de Kiko no se ha separado de él ni un segundo.
Por otro lado las heridas psicológicas es posible que también necesiten tratamiento. El cantante no lo está pasando nada bien y se encuentra muy deprimido. «Buenos días mi gente. Hoy estoy más triste empiezo a asimilar lo que me ha ocurrido y aunque voy mejorando no puedo dejar de estar triste».
Al llegar a su casa Kiko ha compartido una foto tumbado en el sofá. Desde que sufriera el ictus, el DJ ha subido varias fotos y las personas que le han visitado también, pero en ninguna se ve el rostro del cantante y compositor. A la salida del hospital Kiko prefería hacerlo con mascarilla y capucha, evitando así cualquier foto de su parálisis facial.