El Párkinson, estado de las investigaciones

Algunas enfermedades afloran según va avanzando la edad, siendo poco comunes para personas jóvenes, aunque la gravedad radica en sus consecuencias, no en el momento de la aparición. Dos de las enfermedades degenerativas de las que se encarga la neurología, son el Alzheimer y el Párkinson, siendo esta última la que trataremos a continuación. 

Veamos las características de esta enfermedad y los últimos avances médicos para tratar el Parkinson 2022.

Qué es el Párkinson

El Párkinson es una enfermedad neurodegenerativa de duración crónica y causas desconocidas. Una posible causa que puede motivar la aparición de esta enfermedad son los traumatismos craneales, aunque esto no está demostrado con total seguridad. En muchos casos, esta enfermedad desencadena otras enfermedades, como la demencia, la depresión y la ansiedad. Los principales síntomas del Párkinson son el temblor del cuerpo y la rigidez, principalmente, del tronco y de las extremidades.

Aunque esta enfermedad no tenga cura, existen varios tratamientos que pueden ayudar a que los síntomas sean menores y afecten lo menos posible al día a día del paciente. Debido a que los pacientes con Párkinson cuentan con falta de dopamina, su suministro no es efectivo, ya que no puede pasar de la sangre al cerebro, por lo que se emplean otras sustancias que sí pueden realizar esta transferencia y que tienen los mismos efectos. Se trata de fármacos como levodopa, agonistas de dopamina, selegilina, amantadina y benzatropina.

Otra intervención es un tratamiento quirúrgico. Los avances en imagen cerebral han producido un avance en las intervenciones quirúrgicas, así como en las técnicas. Este procedimiento se lleva a cabo cuando los pacientes que sufren esta enfermedad no ven avances con los tratamientos farmacológicos. La estimulación cerebral profunda, o ECP, es uno de estos procedimientos, y consiste en la implantación de un marcapasos cerebral que envía impulsos eléctricos a distintas partes del cerebro para evitar problemas motores o de temblores. Otra intervención es el trasplante nervioso.

En tercer lugar, el tratamiento rehabilitador es otra opción, pero es fundamental que los pacientes tengan al menos capacidad de movilidad de las manos, para fortalecer la musculación y movilidad, así como los procedimientos logopédicos. La finalidad es que el paciente pueda retrasar los síntomas del Párkinson a partir de la ejercitación.

Últimos avances en la investigación sobre el Párkinson

En los últimos años, se han producido grandes avances en los tratamientos de esta enfermedad. Acerca de los tres tratamientos mencionados, las principales mejoras son las siguientes: el reemplazo de neuronas y la medicina no invasiva.

En cuanto a los trasplantes, un procedimiento complicado es el trasplante de pequeños tejidos y células, debido a su tamaño. En el caso del Párkinson, se puede proceder a restaurar las neuronas deterioradas a partir de la eliminación de las proteínas de estas células, lo cual conlleva a una restauración natural de esta sustancia y la curación de la célula intervenida. Este tratamiento se ha llevado a cabo en experimentos con roedores y aún se sigue desarrollando en laboratorios, hasta obtener pruebas concluyentes y poder aplicarse en seres humanos.

Las intervenciones quirúrgicas tienen como inconveniente su carácter invasivo, ya que se trata de un procedimiento en el que se actúa físicamente con nuestro organismo.  Se ha investigado sobre la posibilidad de llevar a cabo estas intervenciones mediante ultrasonidos que bloqueen las señales de las células afectadas. Como principales ventajas cabe destacar que la recuperación y los cuidados postoperatorios son mucho más leves y rápidos.

La importancia de tratar enfermedades degenerativas a tiempo tiene que ver con que el crecimiento de los síntomas y su gravedad es exponencial, y así conseguimos que sean más dilatados en el tiempo, y más leves, mejorando así la calidad de vida de los pacientes. Aunque sean enfermedades crónicas y que no tengan cura, los especialistas médicos e investigadores de la salud invierten todo su tiempo y conocimiento en que los pacientes puedan tener una vida lo más cómoda posible, para así velar por su salud y su vida.

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