Botox, producto estrella en la medicina estética facial

Se trata de un tratamiento que cada vez es más popular dentro de la medicina estética facial, teniendo en cuenta que esta sustancia ayuda a rejuvenecer la piel, haciendo que la dermis quede más tersa y brillante y sin arrugas.

A medida que han ido avanzando las nuevas tecnologías, en muchos campos se han ido introduciendo nuevas técnicas para ofrecer los mejores resultados. Como no podía ser de otra manera, en el terreno de la medicina estética también ha sido así, precisamente por este motivo, cada vez es más frecuente que, tanto hombres como mujeres, se sometan a nuevos tratamientos con sustancias innovadoras, las cuales, producen un efecto excelente. 

Basándose en todo esto, en los últimos tiempos ha cobrado protagonismo el botox, una toxina que es cada vez más frecuente en la medicina estética facial, con el fin de rejuvenecer la cara y eliminar las tan odiadas arrugas.

Para entender bien el uso del botox Madrid, es importante echar la vista atrás y remontarse a los años 70 del siglo pasado, fecha en la que expertos del sector descubrieron que esta toxina contenía ciertas propiedades beneficiosas para el ser humano, principalmente con fines estéticos. Para lo primero que se utilizó fue para mejorar casos de estrabismo y ojos vagos, no obstante, a medida que ha ido pasando el tiempo, su uso en estética ha ido a más. Tanto es así que, a partir del año 2000, se ha convertido en un producto estrella dentro del terreno de la medicina facial

En cualquier caso, hay que decir que la toxina cada vez es más popular y por ello, hoy en día se utiliza en numerosos centros de estética. Sin ir más lejos, ponerse botox es algo a la orden del día. Eso sí, siempre que se decida a aplicarse botox, es esencial acudir a profesionales expertos.

¿Qué es el botox?

Aunque se conoce popularmente por su nombre comercial, botox, lo cierto es que su denominación oficial es la de toxina botulínica. Se trata de una toxina que cuenta con diferentes aplicaciones terapéuticas, si bien es cierto, en la actualidad se utiliza principalmente con fines estéticos. Hay que decir que lo que caracteriza al botox es que tiene la capacidad de paralizar ciertas partes de la musculatura, haciendo que se queden intactas por un periodo determinado de tiempo.

Por este motivo, la aplicación de botox debe ser de manera periódica, ya que sus efectos no duran para siempre.

¿Cuáles son los tratamientos más habituales del botox?

Aunque en sus comienzos, el botox se utilizó con fines más medicinales, lo cierto es que, una vez que se descubrió, sus aplicaciones han sido preferentemente estéticas. En este sentido, hay que decir que esta toxina, en la actualidad, es muy usada como tratamiento para prevenir arrugas en la cara, así como eliminarlas. No hay que olvidar que, a medida que se va avanzando en edad, estas imperfecciones empiezan a aparecer y cada vez de manera más acusada, por lo que contar con este tipo de tratamiento es un plus añadido.

Lo cierto es que los expertos apuestan por este tratamiento, ya que se trata de una técnica que no necesita cirugía, además de ser rápida e indolora. También es importante comentar que es un tratamiento que no produce demasiados efectos secundarios y los resultados se notan prácticamente de manera inmediata.

Puntos de aplicación del botox

Teniendo en cuenta los efectos que provoca en el rostro, esta toxina no se puede aplicar de cualquier manera, ya que es necesario tener claros los puntos específicos para poder llevar a cabo el tratamiento. En este sentido, por norma general se aplica en el entrecejo y en la frente, aunque también es habitual hacerlo de igual modo en los alrededores de la boca, cuello y en ambos lados de los ojos.

Asimismo, se aplica en ocasiones en otras áreas como el mentón o las comisuras de al lado de la nariz y, de manera ocasional, también se puede utilizar sobre los senos o debajo de las axilas.

¿Cuánto dura el botox?

A pesar de que se trata de una toxina cuyos resultados son muy buenos, lo cierto es que el botox no es una sustancia milagrosa, o lo que es lo mismo, sus efectos no duran para toda la vida. Generalmente, el tratamiento puede llegar a tener una duración máxima de unos 6 meses, si bien es cierto, todo esto dependerá del tipo de piel que presente el usuario y de las imperfecciones que se quieran reparar.

Es importante tener en cuenta que, una vez que ha transcurrido el tiempo de los efectos, hay que volver a someterse al tratamiento el cual, se debe aplicar de manera periódica.

En cualquier caso, el tiempo final en el que durarán los efectos dependen mucho también del tipo de botox administrado, sabiendo que los más habituales son el de tipo A, que es el de duración mayor. También se encuentra el conocido como Dysport, que dura entre 2 y 3 meses y el Myoblok.

¿Cómo administrarlo?

Lo primero que hay que decir al respecto es que el botox es una toxina que solo la puede manipular un médico especialista, teniendo en cuenta además que, para cada paciente, hay que tener un vial específico, tal y como dice la Agencia Europea del Medicamento.

Sabiendo esto, generalmente el botox se inyecta de manera directa en el tejido neuromuscular, sin olvidar que hay que especificar el área sobre la que se va a trabajar. Es un tratamiento que dura unos minutos y apenas ocasiona molestias. Es importante añadir que, a mayor dosis, mayores efectos, no obstante, no se debe abusar de dosis altas, ya que puede ser contraproducente. En cualquier caso, la dosis final la determinará el especialista que corresponda.

También es conveniente que, una vez aplicado el botox, el paciente vaya a revisión durante los 10 días después de haberse sometido al tratamiento.

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