El estudio de arquitectura Hassell ha propuesto una base lunar para el programa Discovery de la Agencia Espacial Europa (ESA), con el fin de crear el primer asentamiento humano permanente en nuestro satélite. De esta manera, los astronautas que lleguen al cráter Shackleton –en el polo sur– podrán acceder al agua, la energía y el oxígeno.
Aunque cumplir con ambos objetivos, el diseño de dicho hábitat espacial estará compuesto por una estructura regular formada por módulos hinchables construidos sobre unos cimientos impresos con robots. Además, estarán interconectados por múltiples vías y serán enterrados en el suelo de la Luna para mantenerlos en condiciones estables.
Por otro lado, en lo que respecta a suministrar energía, la ciudad tendrá grandes paneles solares para garantizar el máximo aprovechamiento de la energía del Sol con el objetivo de producir electricidad. Los rayos de luz podrán impactar en las células perpendicularmente para que la conversión sea óptima.
No obstante, la arquitectura de este sistema está pensada para permitir una mayor flexibilidad al construir, de modo que la energía encarnada se podrá reconfigurar para reflejar el tamaño de los futuros asentamientos.
Pero volviendo al diseño, la idea de Hassell consiste en mandar módulos inflables extremadamente ligeros y compactos, usar el entorno lunar para la construcción con robots, albergar a 144 personas y contar con espacios residenciales, restaurantes, zonas de juegos y grandes invernaderos para crear un entorno agradable.
De momento, el estudio de arquitectura está empezando a planificar la idea de cómo dicha comunidad puede prosperar para sobrevivir en la Luna, así puede afrontar las condiciones climáticas del satélite de la Tierra.
