La NASA planea enviar naves a Próxima Centauri e invadir la estrella

La NASA planea invadir Próxima Centauri en busca de un planeta habitable para los humanos
photo_camera La NASA planea invadir Próxima Centauri en busca de un planeta habitable para los humanos

La NASA tiene innumerables proyectos en desarrollo para explorar el espacio y resolver incógnitas sobre el Universo. Uno de ellos es el programa Innovative Advanced Concepts (NIAC), que pretende mandar un enjambre de naves a Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro Sistema Solar que no sea el Sol.

Según explican en una publicación de la página web oficial de la NASA, el objetivo de NIAC es mandar miles diminutas sondas espaciales a Próxima Centauri. Pero, por muy cerca que esté la estrella del Sol, está a años luz de nuestro planeta, por lo que los científicos planean usar un innovador sistema de propulsión láser que podría acortar el tiempo del viaje.

Próxima Centauri se ubica a 4,25 años luz de la Tierra. Fue descubierta en 1915 por Robert Innes, director del Observatorio Union de Sudáfrica, y es una estrella enana roja, la más cercana al Sol que se haya visto.

Su intensidad lumínica es extremadamente débil, por lo que no es posible verla sin instrumentos astronómicos. Pese a que esté cerca de nuestro planeta en comparación con otras estrellas, hay mucho misterio a su alrededor y, con el proyecto NIAC, la NASA espera desvelar algunos datos sobre ella.

Marshal Eubanks, líder del proyecto y científico jefe de la empresa californiana Space Initiatives, aclara que es probable que solo unas sondas interestelares "a escala de un gramo empujadas por luz láser" sean capaces de alcanzar otra estrella este siglo. Es por eso que en el NIAC están trabajando en el desarrollo de ese tipo de tecnología.

El equipo de NIAC calcula que dispondrán de un rayo láser "lo bastante potente", de aproximadamente 100 GW, a mediados de siglo. Este podría usarse para impulsar unos gramos (un enjambre de naves enanas) a velocidad relativista, cercana a la velocidad de la luz.

El propulsor láser funcionará de forma diferente a los motores químicos convencionales. Los que se utilizan actualmente expulsan gases por la parte trasera para conseguir un impulso hacia atrás que es igual al aumento de velocidad del vehículo hacia delante. Eubanks menciona que esto no es suficiente, puesto que su velocidad sería inferior a la relativista y daría lugar a un viaje interestelar muy largo en comparación a lo que pretenden conseguir con su rayo láser de 100 GW.

Para que nos hagamos una idea, la sonda que más lejos hemos mandado hasta la fecha es Voyager 1, que está a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra después de 46 años de trayecto. La nave funciona con un propulsor químico tradicional y la velocidad máxima a la que ha llegado a viajar es de 61.500 km/h.

La distancia que Voyager 1 ha alcanzado en casi medio siglo está muy lejos de acercarse a lo que una sonda debería recorrer para llegar a Próxima Centuri. Los 4,25 años luz equivaldría a más de 40 billones de kilómetros, algo imposible para Voyager 1, pero que pretenden conseguir con el programa NIAC.

"Hacer rebotar fotones en una vela láser resuelve el problema de la velocidad -señala Eubanks-. Pero el problema es que un fotón no tiene mucho impulso, así que necesitamos bastantes. Dada la potencia de la que probablemente dispondremos, incluso dentro de un par de décadas, el empuje será débil, por lo que la masa de la sonda tiene que ser muy pequeña: gramos, no toneladas".

Además, como un viaje es muy arriesgado, el profesional cree que sería conveniente enviar miles de sondas diminutas. "Si enviamos muchas sondas, podemos tolerar una alta tasa de pérdidas", subraya Eubanks.

Comentarios