Hace casi 55 años que el hombre llegó a la Luna por primera vez. Un ambiente poco amigable para la vida en el que las precauciones que se tomaron fueron máximas para que los astronautas pudieran sobrevivir a sus duras condiciones.
Sin embargo, hay animales mucho más resistentes que nosotros a las condiciones nocivas para la vida. Se trata de los tardígrados, seres que pueden sobrevivir en casi cualquier medio y cuyo "poder" está fuera de toda duda.
Por ello, con su llegada a la Luna confirmada, algunos investigadores se han preguntado si han podido sobrevivir allí.
En un reciente artículo en The Conversation, Laurent Palka del Muséum national d’histoire naturelle (MNHN) teoriza sobre la posibilidad de la existencia de seres vivos en la Luna desde el año 2019. En ese momento, una sonda israelí llamada Beresheet iba a ser la primera nave privada en tocar tierra lunar.
Entre su cargamento, llevaba unos tardígrados para analizar cómo se iban a comportar en ese ámbito. Sin embargo, la misión estuvo llena de problemas desde el principio y la sonda lunar se estrelló sobre la superficie del satélite dejando un increíble cráter.
Los tardígrados son animales microscópicos emparentados con los artrópodos y con una capacidad de resistencia a prácticamente cualquier entorno que los hace perfectos para sobrevivir. Son seres completamente funcionales, tienen neuronas, boca y suelen alimentarse de algas y partículas diminutas.
Su resistencia ha llegado a llevarnos a pensar que podrían ser inmortales, pero no es así. No obstante, podrían haber sobrevivido al impacto e incluso haberse mantenido con vida en la superficie lunar.
Estos animales pueden quedar en estado de criptobiosis, es decir, suspensión de la vida, haciendo que no estén ni vivos ni muertos y poder quedarse en ese estado el tiempo que sea necesario ya que sus necesidades vitales tienden prácticamente a cero.
Llegados a este punto, la posibilidad de que estos animales infestaran la Luna es posible si se dan esas condiciones, pero solo en este estado de suspensión de la vida y en circunstancias muy concretas en las que el impacto los hubiera recubierto de polvo y protegido de las débiles, pero constantes, emisiones solares. No obstante, sin fuente de alimento ni agua, los tardígrados no podrían reactivarse y mucho menos jamás llegarían a ser capaces de reproducirse.
En la Tierra hay animales que llevan 45.000 años congelados en el permafrost y que vuelven a la vida al descongelarse. Pero, a no ser que las condiciones para la vida cambien en la Luna, los tardígrados tienen muy difícil la tarea de no extinguirse debido a la aridez para la vida a la que están expuestos, aunque hayan cancelado sus actividades vitales.
Por este motivo, sí, los tardígrados podrían haber infestado la Luna, pero en ningún caso parece que pudieran sobrevivir a las condiciones lunares de tal manera que fueran capaces de reproducirse.
