Se celebra en Madrid este fin de semana

Inaugurada la 7ª edición de la Feria de Turismo de Observación de la Naturaleza 'MADbird'

La protección de las aves ha permitido que haya más de 150 parejas de ejemplares de buitre negro y 73 de águilas imperiales en la Región

Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid ha visitado la Feria de Turismo de Observación de la Naturaleza (MADbird), que se celebra en la ciudad de Madrid del 10 al 12 de septiembre.

La consejera ha recorrido la feria, que celebra su séptima edición y ha visitado el stand de la Comunidad de Madrid para presentar los diversos proyectos de protección de aves, recordando el compromiso del Gobierno regional con la biodiversidad y la protección de las especies.

Martín ha señalado que “la Comunidad de Madrid es un punto de atracción para el turismo de observación de aves y un lugar privilegiado para contemplarlas en ecosistemas muy variados y a poca distancia, incluso a tan solo 20 km de la Puerta del Sol podemos contemplar águilas imperiales o avutardas y además nuestra región cuenta con más de la mitad del territorio protegido y una inversión anual superior a los 7 millones de euros para la conservación de los tres parques regionales y el parque nacional de Guadarrama, un entorno privilegiado para acoger a distintas aves”.

Entre las actuaciones directas sobre ejemplares se incluye el hacking o crianza campestre con lechuza común, una técnica de liberación que emula al proceso natural de los pollos, que salen del nido de forma natural y se incorporan al espacio en el que se realice su suelta.

Asimismo, se están realizando plantaciones que mejoren el suelo, alternando todos los estratos, desde el herbáceo hasta el arbóreo, con numerosos arbustos de fruto como endrinos, majuelos, saucos o rosales silvestres. Entre las especies de matas más bajas se ha tenido en cuenta aquellas con una floración y producción de néctar mayor, para facilitar las poblaciones de polinizadores y otros insectos, base de la pirámide alimenticia de numerosas aves, en especial en la época reproductiva en la que requieren alimentos ricos en proteínas.

La falta de insectos es una de las causas del declive de muchas especies típicas de nuestros pueblos y ciudades, como gorriones, golondrinas, aviones y vencejos. Por esa razón, en los parques periurbanos que conecta Arco Verde, como Polvoranca, Bosque Sur y la Cantueña se están dejando zonas altas de pasto sin desbrozar, en las que se mantiene una diversidad y cuantía de insectos mayor que en las aledañas.

Asimismo, se están colocando nidales múltiples en cuatro alturas, para aves coloniales como el gorrión molinero que han sido rápidamente colonizados. Las charcas para anfibios realizadas en lugares como la Dehesa de San Sebastián, únicos puntos de agua en kilómetros a la redonda durante los meses estivales, son visitadas por especies como los rabilargos, currucas, abubillas, pitos reales o herrerillos, por lo que también constituyen lugares privilegiados de observación de aves.

Por otro lado, se están acondicionando de nuevo los primillares o nidos de cernícalos y se procederá a la colocación de cajas nido para rapaces nocturnas como el autillo, mochuelo, cárabo y lechuza. Esta última especie, que ha sufrido un fuerte retroceso en los últimos años por los cambios de uso del suelo, se está reforzando con la reintroducción de pollos mediante la técnica de hacking o crianza silvestre.

Por otro lado, la Comunidad de Madrid realiza otros proyectos para la protección de aves en la región, entre ellos el destinado a aumentar la protección de la colonia de buitre negro en la Sierra del Guadarrama, que ha permitido contar con más de 150 parejas de una de las aves más amenazadas de Europa.

También la vigilancia y protección sobre las águilas imperiales ha permitido una prodigiosa evolución, triplicando su número hasta contar con 73 parejas en la región. Además, se han establecido subvenciones que buscan compatibilizar la conservación de las poblaciones de diversas especies de aves esteparias amenazadas con los actuales métodos de agricultura, especialmente en aquellas Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) de la Comunidad de Madrid que acogen poblaciones significativas de este tipo de animales

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