Después de confirmarse que un segundo paciente había recibido el implante cerebral de Neuralink, se conocieron detalles sobre la evolución del sujeto, quien ha comenzado a experimentar avances significativos en su calidad de vida gracias a esta tecnología por la que Elon Musk tiene muchas apuestas.
El paciente, identificado públicamente como Alex, es el segundo participante del PRIME Study, el estudio que busca demostrar la seguridad y utilidad del implante en la vida diaria de personas con cuadriplejía.
Alex, antes de sufrir una lesión en la médula espinal que lo dejó paralizado, trabajaba como técnico automotor, reparando y modificando grandes máquinas y vehículos. Este pasado técnico se ha visto reflejado en su proceso de rehabilitación, donde la curiosidad y la habilidad para construir cosas han jugado un papel crucial.
Según Neuralink, la operación del implante se llevó a cabo sin contratiempos, permitiendo que Alex fuera dado de alta al día siguiente. Desde entonces, su recuperación ha sido fluida, lo que le ha permitido adaptarse rápidamente a las capacidades que le ofrece el implante cerebral.
El primer gran avance que experimentó Alex ocurrió tan solo cinco minutos después de conectar su implante a un ordenador. En ese corto tiempo, logró controlar un cursor con la mente. Esta capacidad fue probada mediante una tarea en Webgrid, un entorno diseñado para medir la velocidad y precisión de interfaces cerebro-ordenador (BCI).
Un aspecto destacado del proceso de rehabilitación de Alex ha sido su interés en utilizar el implante para fines creativos y técnicos. Antes de su lesión, disfrutaba construyendo y reparando vehículos y maquinaria. Con la ayuda del chip, ha trasladado esa pasión a un nuevo campo: el diseño asistido por ordenador (CAD).
Apenas dos días después de la operación, Alex comenzó a usar por primera vez el software Fusion 360 para diseñar objetos en 3D. Su primer proyecto fue la creación de un soporte para el cargador del implante, que posteriormente fue impreso en 3D e integrado en su entorno.
“Tomar una idea, plasmarla en un diseño y, de hecho, tener un artículo físico como producto terminado me hace sentir como si estuviera construyendo cosas nuevamente”, afirmó el paciente.
Neuralink está trabajando estrechamente con Alex para mejorar su productividad con el implante, mapeando movimientos intencionados a diferentes tipos de clics de ratón (como el clic izquierdo, derecho y central). Esto le permite cambiar rápidamente entre varios modos en el software CAD, facilitando tareas como el zoom, el desplazamiento y el arrastre.
Gracias al implante también ha podido regresar a los videojuegos, específicamente en el Counter-Strike 2, un popular shooter en primera persona. Antes de recibir el implante, Alex jugaba utilizando un dispositivo asistido llamado Quadstick, un joystick operado con la boca mediante sensores de presión. Sin embargo, esta tecnología tenía limitaciones, como la incapacidad de mover y apuntar simultáneamente, lo que dificultaba su experiencia de juego.
Con la integración del chip, Alex ha superado estas limitaciones. Ahora puede usar el Quadstick junto con el implante para moverse y apuntar al mismo tiempo, dando una experiencia de juego mucho más fluida e intuitiva.
“Correr es muy divertido porque puedo mirar de un lado a otro y no necesito mover el Quadstick de un lado a otro. Puedo pensar dónde mirar y el Quadstick va adonde quiero. Es una locura”, aseguró.