Los chinos lanzan con éxito su nueva nave espacial reutilizable

El cohete chino SQX-2Y plantea nuevas formas de viajar al espacio de forma reutilizable
photo_camera El cohete chino SQX-2Y plantea nuevas formas de viajar al espacio de forma reutilizable

Las misiones espaciales son cada vez más y, en un intento de reducir costes y tiempo en el desarrollo de nueva tecnología, son muchas las empresas que trabajan en vehículos espaciales reutilizables.

El más sonado es el cohete Falcon 9 de SpaceX, empresa aeroespacial de Elon Musk. Sin embargo, pronto le saldrán más rivales, como el SQX-2Y, de la firma china i-Space, que el 3 de noviembre, completó con éxito una prueba de despegue vertical y aterrizaje.

En España, también tenemos un prototipo Miura 1 de PLD Space que se lanzó recientemente, pero que no se pudo probar su capacidad de reutilización porque se perdió su señal en el amerizaje.

El vehículo espacial de i-Space hizo su test de despegue el pasado viernes desde el centro de lanzamiento de Jiuquan, en la provincia de Mongolia Interior, al norte de China. Eran las 14:00 hora local, cuando en España todavía eran las 7:00 de la mañana.

El SQX-2Y subió hasta 178,42 metros de altura en su vuelo después de 50 segundos del despegue y una velocidad de 0,025 metros por segundo (m/s). Además, i-Space señaló que su cohete había tenido una precisión de 1,68 m en su meta de aterrizaje.

Segçun la agencia oficial Xinhua, el cohete de i-Space, de uso comercial, mide 17 m de largo y ha sido creada para probar tecnologías aplicables al desarrollo de cohetes de transporte reutilizables.

La información que se recogió en este ensayo proporcionó respaldo técnico para el desarrollo de cohetes reutilizables de tamaño medio y grande que empleen un motor de propulsión de metano y oxígeno líquido, que es la que usa el SQX-2Y y que hasta ahora solo habían desarrollado SpaceX y Blue Origin.

El país asiático es uno de los pocos territorios que ha conseguido mandar con éxito un objeto creado por ellos a la superficie de la Luna. En enero de 2019, consiguió que una de sus sondas alunizara en la cara oculta del satélite natural de la Tierra, algo que ningún otro país había hecho hasta la fecha.

Por otro lado, en primavera, China ya demostró su capacidad de competir con la firma de Musk y otras que trabajan en vehículos espaciales reutilizables. Fue el pasado mayo, cuando una nave experimental regresó a nuestro planeta tras pasar 276 días en órbita.

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