Celebrada un año más la Gran Corrida Extraordinaria de Beneficencia

En la tarde de ayer se celebró, como cada año, la Gran Corrida Extraordinaria de Beneficencia en la madrileña plaza de toros de Las Ventas. Para la ocasión han participado Julián López "El Juli" y Miguel Ángel Perera. La recaudación del evento será destinada a la beneficencia bajo el lema "Porque el hambre no es un juego de niños". El festejo fue honrado con la presencia de la infanta Elena en el palco.

03/06/2015 | Fn | Ulises Arce

En la tarde de ayer se ha celebrado con gran expectación la tradicional corrida solidaria conocida como Gran Corrida Extraordinaria de Beneficencia con la colaboración del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. En ella se lidiaron seis toros de la ganadería Victoriano del Río Cortés de Guadalix de la Sierra. Los matadores han sido en esta ocasión Julián López "El Juli" y Miguel Ángel Perera, acompañados de sus respectivas cuadrillas de picadores y banderilleros y honrados con la visita al palco de la infanta Elena, a la que acompañaron Ignacio González y José Ignacio Wert. 

A las siete de la tarde comenzó la corrida con el toro 'Distante' de 490kg de peso, frente al que se mostraron algunas imprecisiones ante el exigente público asistente. Sin embargo, la fiesta fue de menos a más con los astados que a continuación entraron al ruedo como 'Cantaor', de 544kg; 'Soleares', de 526kg; 'Corchero', con 660 kg y 'Beato', de 651kg. El sexto de la tarde era 'Brazalete', toro de 548kg, que fue retirado por sus continuos resbalones. Finalmente, fue sustituido por 'Juncal' que fue estocado por Perera ante el silencio de la plaza. Fue una tarde sin pitos ni aplausos con un balance de cinco orejas y un indulto. 

La recaudación de la fiesta, como su nombre indica, será destinada a la beneficencia. Esta tradición se inició cuando, en el siglo XVII, con motivo de las carencias financieras del Hospital General de Atocha y otras entidades de beneficencia, el rey Felipe IV decidió que la recaudación de las celebraciones taurinas se donara íntegramente a los hospitales. Esta donación se mantuvo hasta comienzos del siglo XIX, cuando se redujo a la actual Corrida Extraordinaria de La Beneficencia de Madrid. Esta corrida viene celebrándose en Madrid desde 1856.

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