Era la esperanza de la cúpula para remontar las tardes de la cadena pero el público no ha respondido. Mediaset ha cancelado este martes las grabaciones de Mía es la venganza, la serie protagonizada por Lydia Bosch, que no ha conseguido los objetivos en los ranking de audiencias a pesar de que está a punto de cumplirse un mes de su estreno (12 de junio).
Producida por Mediaset y Alea Media, suponía el regreso de Telecinco a las series diarias desde que finalizara el éxito de sobremesa Yo soy Bea (2009). Apostaron por ella para sustituir al extinguido Sálvame, un cambio radical de contenidos en línea con la nueva política de cadena familiar y alejada de polémicas. Pero la competencia ha sido feroz: Amar es para siempre (en Antena 3) y La promesa (en TVE), ambas muy asentadas en la parrilla.
Los episodios se emitían en abierto sin cortes publicitarios y se ofrecían con antelación en la plataforma Mitele Plus, pero ni si quiera estas estrategias han logrado enganchar al espectador (menos de 800.000 y un 7,5 de share de media). Hay que recordar que Sálvame se despidió, el pasado día 23, con un digno 15,1% tras 14 años en antena.
Según El Español, Salem se ha plantado y ha ordenado cancelar las grabaciones, aun cuando estaban previstas tres temporadas de la historia. La primera de ellas, tal y como avanzó Arantxa Écija, productora de Mediaset, consta de 90 capítulos. Estaban grabando el 110 y se han emitido solo 17.
Un varapalo no solo para la cadena, que tendrá que romperse la cabeza para recuperar las tardes, sino también para los actores de Mía es la venganza, que apostaban fuerte por su nuevo proyecto: "No tiene nada que envidiar a una serie de prime time. Mediaset está apostando mucho por la serie y yo creo que es una apuesta ganadora. Al final vamos a ganarnos un sitio merecidísimo", decía Lydia Bosch hace unos días.
