Las sanciones por no recojer los escrementos oscilan entre los 300 y 3.000 euros

Se refuerza en Arroyomolinos la vigilancia sobre los dueños de mascotas por los escrementos caninos

El Ayuntamiento de Arroyomolinos intensifica estos días en todo el municipio la vigilancia sobre los dueños de los perros con el fin de comprobar que se recojan las deposiciones caninas de la vía pública.

La ordenanza reguladora de la tenencia y protección de los animales fija en su artículo 5 la obligatoriedad de impedir que los animales depositen sus deyecciones en aceras, paseos, jardines y, en general, en espacios públicos o privados de uso común y que, en todo caso, se proceda a su retirada y limpieza inmediata. La norma, además, establece en su artículo 18 que el poseedor del animal debe adoptar las medidas necesarias para evitar que ensucie los lugares destinados al uso público y que la persona que lo conduzca se ocupe, si es necesario, de su limpieza inmediata. Deberá, igualmente, recoger las heces de forma higiénica y depositarla en un lugar destinado a ese fin en una bolsa de plástico. Del incumplimiento de la norma serán responsables las personas que lo conduzcan y, de forma subsidiaria, el propietario. 

La citada ordenanza estipula como infracción leve, con sanciones que oscilan entre los 300 y los 3.000 euros, la no adopción de esas medidas, encaminadas a evitar que las deyecciones manchen espacios públicos o privados de uso común o que, directamente, los propietarios opten por no recogerlas inmediatamente. 

El dispositivo que despliega el Ayuntamiento de Arroyomolinos se centra especialmente en parques, espacios peatonales, plazas y zonas verdes a fin de disuadir a los propietarios de animales de esos comportamientos incívicos que perjudican a todos los vecinos.

 

 

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