Este servicio, en desuso y sin demanda con el paso del tiempo, ha quedado como una barrera arquitectónica que dificulta el tránsito de personas por las calles del municipio.
El ayuntamiento ha procedido además a acondicionar el espacio que ocupaban reponiendo baldosas en las aceras que lo han necesitado.
Los trabajos de desmontaje comenzaron a principios de marzo y han finalizado hace unos días. Se han acometido por barrios.
Esta medida se está realizando en las calles de las ciudades de todo el país ya que según los propios datos de la compañía de telefonía, la demanda de este servicio se ha reducido drásticamente con la extensión del uso del teléfono móvil en toda la sociedad.
Según datos ofrecidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el 88% de los españoles jamás ha utilizado una cabina telefónica.