Europa es igualdad y bienestar

De qué hablamos cuando hablamos de Europa (III y IV)

Ciudadanos con conciencia europea

Francisco Conesa, portavoz UPyD en Fuenlabrada

Las “identidades nacionales” han sido y son todavía la maldición de Europa. Han conducido al continente a los mayores desastres y a las más crueles atrocidades. La Unión Europea es en buena medida la respuesta de una tierra escarmentada de su pasado. Una conciencia común basada en el principio de ciudadanía y en la cultura compartida es clave para el desarrollo de una comunidad cívica. En la Unión los europeos encontramos lo que nos une como ciudadanos libres.

Educados en la idea de Europa. Es fundamental reforzar la conciencia común europea llevando a las escuelas asignaturas sobre la historia y la cultura de Europa que promuevan los valores democráticos. El exitoso programa Erasmus y otras formas de intercambio y colaboración entre centros y estudiantes deben reforzarse desde la vieja máxima de que el nacionalismo se cura viajando. La construcción de un verdadero Espacio Educativo Europeo con objetivos y métodos comunes reforzará la idea y práctica de la ciudadanía europea y facilitará el desplazamiento de familias y escolares entre los Estados de la UE.

Tres mil años de cultura. Los europeos compartimos una cultura, la más influyente de la historia, que abarca desde Fidias hasta Buñuel, pasando por Rembrandt, Beethoven o Kafka, que es preciso percibir como algo más que una suma azarosa de fenómenos nacionales aislados. Se necesitan políticas europeas para el estudio, protección y conservación del patrimonio histórico-artístico europeo y de promoción de la creación cultural. El IVA cultural reducido debería incentivar el acceso a la cultura de todos los europeos.

Libertad, igualdad, solidaridad. Las libertades individuales, la igualdad de derechos y oportunidades y la solidaridad -la forma moderna de la fraternidad en el lema de la Revolución Francesa- son la esencia de la idea que los europeos debemos tener de nosotros mismos. Por eso es imprescindible implantar políticas que profundicen en la igualdad de mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida pública, en el respeto por los derechos humanos y en la lucha contra toda discriminación. Es necesaria una política migratoria común que implique a todos los Estados -no sólo a los que son frontera, como España- y gestione la acogida de inmigrantes.

Europa es igualdad y bienestar

El Estado del bienestar es una invención europea ligada al concepto de ciudadanía como principio garante de igualdad jurídica y de oportunidades. Una adecuado equilbrio entre libertad y seguridad económica es el ejemplo que Europa puede aportar a un mundo que contempla el auge económico de países como China o India basado en la ausencia de derechos y la precariedad. Tal y como escribió Tony Judt, este ejemplo es lo que puede convertir al siglo XXI en “el siglo de Europa”.

Contra la desigualdad. Europa debe luchar contra la pobreza y la exclusión social en todas sus manifestaciones y evitar por todos los medios la atomización de la sociedad en individuos aislados cuya seguridad económica y física dependa exclusivamente de su capacidad económica. La precarización social y la desigualdad son corrosivas y pueden destruir Europa. Por eso es esencial detener su avance provocado por la crisis y, sobre todo, por el paro.

El empleo como prioridad. Debe crearse una Seguridad Social Europea así como una Inspección de Trabajo  Europea que garanticen la igualdad de oportunidades en todo el territorio de la Unión y supervisen el cumplimiento de la normativa laboral común. Es imprescindible adoptar medidas y movilizar todos los fondos disponibles para promover el empleo juvenil, la lucha contra la precariedad, contra el paro de larga duración y en mayores de 45 años. Se debe incentivar la contratación indefinida frente a la temporal, destinando ayudas europeas únicamente a la generación de empleo de calidad y estable.

Impuestos justos. La conciencia fiscal es inseparable de la ciudadanía: si queremos una Unión que funcione hay que pagarla. La Unión Fiscal es otro objetivo pospuesto por demasiado tiempo en Europa. El modelo social exige una fiscalidad justa y eficaz que permita financiarlo. En la Unión del futuro no tienen cabida los privilegios ni la competencia desleal a través de los impuestos. Se impone avanzar en la armonización, unir fuerzas en la lucha contra el fraude y abolir de una vez por todas los paraísos fiscales.

Agricultura y pesca: oportunidades y seguridad. La Política Agraria Común también debe ser un instrumento a favor del empleo, incentivando la incorporación de jóvenes a la actividad rural. Además, la PAC, igual que la Política Pesquera Común, debe cumplir el objetivo de garantizar una producción alimentaria eficiente que contribuya a una correcta gestión de los recursos naturales. La seguridad alimentaria, otro de los ejes fundamentales de esta política, es, junto con la protección de los consumidores, otra de las señas de identidad de Europa.

Francisco Conesa. Portavoz UPyD en Fuenlabrada

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