Dos enfermeras del Hospital de Fuenlabrada reconocidas por su trabajo sobre los cuidados del recién nacido

Se trata de un análisis de carácter internacional que ha tenido como objeto de estudio los cuidados centrados en el desarrollo de pacientes neonatos

Dos enfermeras internas residentes del Hospital de Fuenlabrada, Andrea Mezquita y Elena Martínez de la Hidalga, ha sido reconocidas en el VII Congreso Internacional Iberoamericano de Enfermería en la categoría a la Mejor Comunicación por su trabajo “Situación actual de los Cuidados Centrados en el Neurodesarrollo. Qué dice la literatura sobre su efectividad y comparativa de otros países respecto a España”.

Este análisis de carácter internacional ha tenido como objeto de estudio los cuidados centrados en el desarrollo de pacientes neonatos, un sistema orientado a disminuir el estrés y sufrimiento del niño. El origen de esta investigación ha sido analizar la situación local de la Comunidad de Madrid, pero a medida que avanzó la recogida de datos se valoró su ampliación con el fin de poder comparar la situación de España con la de otros países.

“Según la evidencia, la aplicación de los cuidados centrados en el neurodesarrollo del recién nacido prematuro producen una reducción de la necesidad de cuidados intensivos, de la estancia hospitalaria y de la ansiedad familiar, así como una mejora de los resultados del neurodesarrollo a largo plazo”, sostienen las autoras.

Este reconocimiento se ha producido en el contexto del VII Congreso Internacional Iberoamericano de Enfermería, un evento organizado por la Fundación para la Cooperación, Investigación y Desarrollo de la Enfermería (FUNCIDEN) en colaboración con el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM), que tiene como fin crear un espacio de encuentro e interacción de la producción científica de profesionales de Enfermería de diferentes países iberoamericanos.

 


Tras la revisión de 45 artículos, estudios y revisiones, el análisis premiado ha subrayado que el nacimiento del niño prematuro se produce en un momento en el que, debido al acortamiento gestacional, el desarrollo de todo su organismo se encuentra en un momento de gran inmadurez. Por tanto, esta inmadurez producirá una ineficacia de sus órganos para la adaptación al nuevo medio que lo rodea y una incapacidad para rechazar los estímulos no deseados, factor que puede propiciar una serie de patologías.

“Todos los estímulos estresantes que recibe el recién nacido en las unidades de cuidados intensivos de neonatos se han relacionado con alteraciones en la función y la estructura cerebral y a posibles desórdenes en el desarrollo psicomotor, así como problemas de sueño y descanso”, explican las enfermeras galardonadas.

En este contexto, surge el modelo de Cuidados Centrados en el Desarrollo con el objetivo de favorecer el desarrollo neurosensorial y emocional del neonato, incluyendo a su familia. Este modelo contempla factores denominados macroambientales como la luz y el ruido y otros microambientales como la implicación de los padres en el cuidado de sus hijos, el cuidado de la posición, el abordaje del dolor y la promoción y el apoyo a la lactancia materna.

Dentro de las conclusiones de este trabajo, sus autoras destacan que “a falta de estudios más concluyentes, los cuidados centrados en el desarrollo son el tipo de cuidado más racional e intuitivo que puede ofrecerse en las unidades de cuidados intensivos de neonatos, pues ofrecen una serie de beneficios, mientras que su incorrecta o nula implantación puede perjudicarlos de forma innecesaria”.
 

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