Muchas personas se sacan el carnet de motocicleta y se compran este tipo de vehículos para ir a trabajar por el hecho de llegar antes al trabajo, aparcar más fácil que con su coche, etc. Pero muchos de estos conductores comenten muchas infracciones que además suponen un riesgo para la seguridad. Las infracciones más cometidas son:
Los motoristas tienen la obligación dejar una separación lateral con el resto de vehículos: en poblado según las características de la vía (anchura) y en carretera de al menos 1,5 metros.
Este tipo de vehículos al ser tan potentes, hace que muchos conductores piensen que están en un circuito de velocidad y comenten exceso de velocidad en muchos tramos de las vías.
Como norma general, los automóviles no pueden circular por el arcén. Muchos motoristas avanzan por el arcen en atascos y esto, está prohibido.
El adelantamiento por la derecha en carreteras está prohibido además de ser muy peligroso para este tipo de vehículos debido a que son menos visibles y más inestables.
Debido a la agilidad y facilidad de maniobrar con este tipo de vehículos, muchos conductores de motocicleta realizan la maniobra de cambio de sentido en lugares prohibidos, incluso pisando la línea continua de mitad de la carretera.
Las motocicletas que circulen por cualquier vía deben llevar siempre encendido el alumbrado de cruce.
Las motocicletas tienen prohibido zigzaguear entre el resto de automóviles. Es una conducta arriesgada ya que resultan imprevisibles para el resto de conductores.
Está prohibido estacionar sobre las aceras, paseos y demás zonas peatonales. Es cierto que algunos ayuntamientos pueden permitir el estacionamiento para estos vehículos, siempre que no entorpezcan ni ponga en riesgo el tránsito de peatones.
Este tipo de vehículos dan a veces una falsa sensación de control a su conductor en calles residenciales, cercanías de pasos de peatones, donde la irrupción de peatones en la calzada puede ser continua e imprevista.
En ocasiones, los conductores de moto pueden verse tentados de invadir el sentido contrario para avanzar más rápidamente por una vía atascada. Es una infracción grave.
