Sistemas de climatización: tipos y cómo saber cuál elegir

Sistemas de climatización industrial y doméstica
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Los seres humanos solemos estar incómodos cuando la temperatura del entorno es demasiado fría o demasiado caliente. Esto se suele dar en distintas épocas del año, por ejemplo, cuando llega el verano o el invierno, o dependiendo de las variaciones geográficas de temperatura. Por ejemplo, no hace la misma temperatura en Teruel que en Sevilla. Algo parecido ocurre con la humedad relativa en el ambiente, que puede acentuar la sensación de calor o de frío.

Para mitigar estas sensaciones se han inventado soluciones a lo largo de la historia para lograr una temperatura óptima en la que nos sintamos a gusto. Por ello se inventó la ropa y se utilizó el fuego para hacer hogueras para defendernos de las noches de los días más fríos del año.

Sin embargo, este proceso ha dejado de ser algo rutinario y se ha utilizado toda la tecnología existente para fabricar sistemas que permitan climatizar todo tipo de ambientes interiores y protegernos no sólo del frío, sino del calor. Por ejemplo, en el interior de los hogares, oficinas, negocios, comercios e incluso de grandes superficies.

Así, hoy en día disponemos de una gran variedad de sistemas de climatización como los que puedes encontrar en Tsclima.com, en Valencia. Ya que es importante encontrar una buena solución de climatización para cualquier tipo de hogar o local, con un dispositivo adecuado a las características del espacio. De esta manera se va a permitir conseguir una temperatura óptima y un notable ahorro en la factura de la luz.

Por eso, en este artículo vamos a explicarte los sistemas de climatización y comentaremos qué tipos hay y cómo debes saber cuál elegir dependiendo de las características del espacio donde lo vayas a instalar.

Sistemas de climatización industriales

Una nave industrial es un espacio que, aunque no lo parezca, es bastante complicado de climatizar. Esto se debe a sus grandes dimensiones y el tipo de industria que se lleve a cabo, ya que puede afectar a la temperatura ambiente. Por ello se recurre a la instalación de sistemas de climatización industriales para asegurar la salud de los propios empleados de la nave.

Este sistema se encarga de mantener una buena calidad de aire, ya que lo renueva cada cierto tiempo, pero, además, también controla la temperatura y los niveles de humedad. También puede servir para reducir la acumulación de gases contaminantes o irritantes, y para la reducción de los virus y bacterias que se acumulan en el aire e incluso para despejar el humo en caso de incendio.

En este caso se instala un sistema que debe tener distintas entradas y salidas de aire y utiliza ventiladores. Además, dependiendo de la nave y del tipo de industria, puede requerir diferentes etapas de filtrado y utilizar equipos silenciosos que no añadan más ruido al ambiente de estas industrias que, ya de por sí, suelen ser muy ruidosas.

Sistemas de aire acondicionado doméstico

Los sistemas de aire acondicionado doméstico se suelen utilizar para climatizar la temperatura en el interior de viviendas u oficinas de tamaño reducido o mediano. Normalmente son de tipo Split y se instalan ubicando en el exterior (en la fachada o en el balcón) un aparato compresor que se conecta a los equipos evaporadores que hay en el interior del hogar.

Sin embargo, también se pueden ser de distintos tipos, como el Multi Split, por conductos, fancoil, de funcionamiento solar e incluso portátiles. El Multi Split suele disponer de un único aparato exterior mientras que en el interior se pueden tener varios aparatos en diferentes habitaciones.

El sistema por conductos, por su parte, es como el Split, y sólo necesita un aparato en el interior y otro en el exterior. Su característica reside en que el aire viaja por unos conductos que se instalan tapados por un falso techo que dispone de rejillas para dejar pasar el aire.

Por su parte, el aire acondicionado solar recibe la energía directamente de unas placas solares que se instalan en el exterior. Así las facturas de la luz consiguen ser considerablemente menores al tiempo que resulta eco-sostenible.

Climatización por bomba de calor

La bomba de calor es un sistema que integra tanto la refrigeración como la calefacción mediante la aerotermia, capturando la energía que existe en el calor de la temperatura del ambiente. Por ello se considera una de las alternativas más beneficiosas para el medioambiente, dando un paso más allá hacia la utilización de las energías renovables.

Este sistema se encarga de extraer calor del exterior durante el invierno y, mediante la acción de unos fluidos en el interior de este, lo introduce en el espacio interior de una vivienda, un local o una oficina a una temperatura más elevada. De la climatización en las oficinas se habla en este artículo de EspacioRRHH.

Estos forman lo que se conoce como sistemas de compresión y expansión. Por lo tanto, utilizan compresores y resistencias por las que pasa el fluido refrigerante. De esta manera, genera una diferencia de presión entre dos zonas que permiten extraer calor aprovechando el frío del exterior.

Este sistema se considera ideal para viviendas, locales comerciales e incluso oficinas de tamaño reducido.

Sistemas de climatización de suelo radiante

En estos sistemas se realiza una instalación de tubos bajo el suelo. En el interior de estos tubos se hace circular agua u otro fluido que sirva para transmitir calor. Así, se consigue que una superficie tan grande como el suelo se convierta en una fuente emisora de calor o de frío dependiendo si nos encontramos en invierno o en verano.

Esta instalación se basa en unos generadores que se distribuyen a través del sistema de circuitos que lleva el agua hasta los propios tubos mediante un sistema de envío y retorno. Estos tubos se recubren de una placa de mortero que sirve para almacenar y transmitir el calor que estos generan al resto del suelo. Este sistema permite una distribución homogénea de las temperaturas a través de todo el suelo y se puede utilizar tanto en invierno como en verano.

Este sistema es viable para viviendas individuales, centros de enseñanza, piscinas cubiertas, hospitales, centros de trabajo, oficinas y cualquier espacio que tenga una altura elevada, ya que sirve para ahorrar la energía. Ya que se necesita una cantidad bastante menor que la que se consigue con otros medios para climatizar todo el espacio.

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