Señales de advertencia y riesgos de un parabrisas dañado

La importancia de tener en buen estado el parabrisas del coche
photo_camera La importancia de tener en buen estado el parabrisas del coche

El parabrisas del automóvil es un elemento de seguridad clave del vehículo. Su estructura evita que, en el caso de que este vuelque, el techo se hunda resguardando así el interior. Además, es una parte fundamental que protege a los ocupantes del viento, el polvo o la gravilla de la carretera. Sin embargo, cuando está en mal estado es peligroso. Por eso, es importante hacer un buen mantenimiento y repararlo cuando sea necesario. 

En este artículo repasamos las señales de advertencia y riesgos que tiene una luna dañada para reconocer cuándo hay que revisarla y llevar a cabo la sustitución del parabrisas en Fuenlabrada. Así, podremos continuar conduciendo con seguridad.

Características de un parabrisas dañado

El parabrisas de un coche cumple dos funciones principales que son: 

  1. Visibilidad: revisar si se ve bien a través del parabrisas.

  2. Seguridad: comprobar que el parabrisas presta una protección óptima.

Los defectos o daños que puede presentar un parabrisas dañado no siempre son muy evidentes. Por este motivo, hay que revisar su estado con frecuencia para repararlo lo antes posible, sin esperar a que el problema se vuelva mayor.

Tanto las abolladuras como las grietas son las señales más comunes de que un parabrisas está en mal estado. Pero, hay otros detalles que indican que la luna frontal necesita repararse o sustituirse.

Arañazos

Si los arañazos son pequeños, es probable que puedan repararse con un sencillo retoque. Sin embargo, si son más profundos, hasta el punto de que se puede ver a través de ellos, debe colocarse una luna nueva cuanto antes.

Desgaste

Un golpe leve puede dejar una marca que no afecte a la estructura del cristal. De todas maneras es necesario que controles el desperfecto y lo lleves al taller en cuanto puedas, la reparación será un proceso rápido y sencillo.

Grietas

Se extienden por las diferentes capas del vidrio y reducen la integridad del marco del parabrisas. Una grieta que recorre toda la circunferencia del cristal puede terminar afectando a la visibilidad.

Fugas

Es importante recordar que el agua y la electricidad no se llevan bien. Por lo tanto, las fugas a través de grietas o agujeros en el parabrisas suelen causar todo tipo de problemas con el sistema eléctrico del vehículo.

Decoloraciones

Otra característica de los parabrisas dañados es la decoloración. Esto suele ocurrir en vehículos más antiguos en los que el tintado se ha desvanecido a causa del tiempo, el sol o un mantenimiento deficiente.

¿Cuáles son los peligros de conducir con un parabrisas en mal estado?

Los parabrisas pueden dañarse por distintas causas: cualquier golpe, impacto o, incluso, un cambio brusco de temperatura (echar agua caliente a un cristal con hielo) puede provocar que tengas que ir al taller a repararlo. Lo cierto es que, aunque a primera vista no te parezca demasiado, conducir con el roto, agrietado o astillado es un riesgo para la conducción. Repasamos las principales razones: 

  1. Visibilidad reducida

Las grietas y astillas del parabrisas afectan a la visión a través del cristal. Esto puede provocar que el conductor se despiste y desvíe hacia otro carril o que se salte una salida de la autopista.

  1. Deslumbramiento cegador

Si el parabrisas presenta daños, la luz del sol se refleja directamente de frente, provocando un deslumbramiento cegador que dificulta la visión. Esto es peligroso si se conduce por la noche, por una zona con niebla o nevada.

Son varios los peligros de conducir con un parabrisas dañado. Por eso, es importante asegurarse de que está en buen estado antes de emprender un largo viaje.

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