Qué hacer si tienes un Samsung Galaxy Note 7

Tras el anuncio de Samsung del cese total de la producción, ventas y reemplazos del Galaxy Note 7 por el grave riesgo de incendio, los consumidores deben dejar de usarlo y solicitar el cambio o reembolso del dinero.

Los consumidores españoles se suman a la petición de Consumers International de un plan de acción global y solicita más controles para evitar este tipo de fallos.

Samsung lanzó el pasado verano su nuevo Galaxy Note 7, un dispositivo con mayores prestaciones, curvado y sumergible. Por problemas con la batería, su salida al mercado en Europa se pospuso sin fecha de lanzamiento. Poco después, la compañía electrónica comenzó una campaña de sustitución de los Samsung Galaxy Note 7 afectados, pues su batería podía sobrecalentarse hasta incendiarse y provocar quemaduras, pero definitivamente tras un comunicado oficial en la que la compañía asegura que “están trabajando con los organismos reguladores pertinentes para investigar los casos reportados recientemente sobre el Galaxy Note 7, Samsung ha decidido a nivel mundial detener la producción, ventas y el programa de sustitución de este modelo de teléfono.

Qué hacer si tienes un Galaxy Note 7

Uno de los Galaxy Note quemados

La compañía aconseja a los consumidores, "ya sea a los que posean un Galaxy Note 7 original o una unidad que haya sido sustituida, apagar, dejar de usar el dispositivo y acogerse a las soluciones disponibles": es su seguridad lo que está en juego.

Auqnue este aparato no llegó a ponerse a la venta en España, hay personas que lo habían adquirido online, por ejemplo, o en otros países.

Samsung explica en su página el procedimiento para el cambio de terminal (sustituyéndolo por un Galaxy S7 o S7 Edge y devolviendo la diferencia de precio) o, si lo prefieren, el reembolso íntegro del precio del móvil. Indica que es preciso contactar con el operador o distribuidor al que se haya comprado el teléfono, y pone a disposición de los consumidores un número gratuito de contacto, el 900 100 807.

OCU, con Consumer International, pide igualdad y garantías

La OCU se ha sumado a la petición de Consumers International, organismo que engloba a las principales organizaciones de consumidores de todo el mundo, que se ha dirigido a Samsung solicitando la adopción de serias medidas destinadas a recuperar la confianza de los consumidores.

Los consumidores han pedido a Samsung que:

Identifique claramente cuál ha sido el fallo en el proceso de control y testing del producto, y haga públicos los resultados.

Asegure una misma política de cambios y reembolsos para todos los consumidores, independientemente de su país o del lugar en que hayan adquirido su teléfono Note 7.

Consumers International exige esto tras comprobar que las condiciones ofrecidas a los compradores son distintas en unos países y en otros, y no se está dando la misma solución a los consumidores de Corea del Sur, que a los de Estados Unidos o Australia. De igual modo, no se está ofreciendo la misma información en todos los países.

Se le pide a Samsung un plan de acción global, claro y transparente, que ofrezca el mismo trato a todos los consumidores que hayan comprado un Galaxy Note 7. Samsung es una marca global en un mercado globalizado, y la solución debe ser también global, idéntica y satisfactoria para todos los consumidores.

Samsung debe asegurarse de que el procedimiento propuesto es válido para todos los consumidores, e incluye todas las facilidades para el cambio o la devolución y reembolso. Y además, que contemple un plan para manejar los residuos que se generen de manera respetuosa para el medio ambiente. Solo de esa manera será posible recuperar la confianza de los consumidores en la marca.

Más control y menos fallos

Lo sucedido con el Galaxy Note 7, los graves problemas con la batería de este producto, un aparato de alta tecnología, demuestran que algo no se está haciendo bien: o los controles no han sido suficientes, o no se han respetado plazos, o no se ha probado en condiciones reales de uso y en distintas situaciones... lo cierto es que una vez más es el consumidor quien se encuentra con un producto inseguro en sus manos.

Estamos detectando que los llamamientos de las marcas por problemas de seguridad o fallos en sus productos se están volviendo cada vez más frecuentes. Desde la OCU se pide a los fabricantes, y a Samsung en este caso, que se aseguren de que los productos que se comercialicen no presenten fallos como estos, que afectan directamente a la seguridad de los consumidores y que son difícilmente comprensibles, y más aún en un producto de alta gama que estaba llamado a ser un referente en su sector.

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