Cualquiera de nosotros puede tener una urgencia financiera en algún momento, como cuando se nos rompe un electrodoméstico caro, la avería del coche es más grave de lo que el mecánico pensaba o tenemos unas obras en casa.
Además, en determinadas situaciones, tendremos que pedir un préstamo, como en esos momentos en los que hay que cambiar el vehículo, queremos estudiar un máster que va a mejorar nuestra empleabilidad, etc., y aquí lo mejor que podemos hacer es compararlos con Con Better Compared.
Nos dan un listado enorme de entidades que nos prestan dinero
Si entramos en Better Compared veremos que el funcionamiento de estos comparadores no puede ser más sencillo. En un principio, vamos a ver una lista enorme de empresas que dan créditos, pero la mejor manera de usar esta herramienta es yéndonos a los filtros. Ahí ponemos la cantidad que nos hace falta y los meses en los que la queremos devolver.
Pinchamos en mostrar resultados y ya solo nos devuelve las entidades que dan el tipo de préstamo que necesitamos, pero eso no es todo, puesto que a la derecha está el botón ordenar.
Gracias a él podemos colocar primero los recomendados, las empresas más populares, las que ofrecen el TAE más bajo (esto es fundamental), los importes y los plazos, aunque eso es menos importante, pues ya lo habíamos filtrado.
Permiten algo que hace unos años era imposible
¿Cómo podíamos comparar préstamos antes de la aparición de este tipo de webs? Era imposible, puesto que eso habría supuesto pasar semanas yendo de banco en banco, y en muchos es posible que ni siquiera nos explicaran bien los tipos de interés, comisiones, plazos de devolución, etc.
Solo podíamos tener acceso a los bancos que había cerca de nosotros, en un proceso lento y desesperante, que ahora podemos llevar a cabo con un par de clics de ratón y sentados en casa, sin necesidad de salir a la calle ni de esperar a que nos atiendan.
No hace falta cambiar de banco y el dinero se recibe enseguida
Con los créditos que pedimos a través de un comparador, que lo que hace es facilitarnos el contacto con la empresa que los ofrece, no vamos a tener que cambiar de banco como sí que nos solicitaban los tradicionales.
Una vez aprobada nuestra solicitud, solo nos van a pedir un número de cuenta que será en donde nos ingresen el dinero, algo que suelen hacer de una forma rápida.
Se acabaron las esperas a las que nos sometían los bancos de toda la vida, en los cuales podía pasar más de un mes desde la solicitud hasta que recibíamos el dinero, ya que en este caso suele llegar en un máximo de 48 horas.
Esto podría ser una alternativa para ciertas situaciones en las que necesitamos pequeñas cantidades como cuando queremos sacar el coche del taller y no podemos porque nos faltan 400 euros, o si se nos rompe el frigorífico y en ese momento no nos es posible adquirir uno nuevo.
