El comercio local ha existido desde siempre, pero, en las últimas décadas, su permanencia se ha visto mermada por la invasión de las grandes superficies y el comercio electrónico. La llegada de la Covid-19 ha traído algo positivo y es que parece que en muchos sitios se está reactivando la vida de las empresas locales.
Las restricciones en los desplazamientos hicieron que se volviera a consumir en la tienda más cercana pero adaptado a la nueva sociedad.
Internet está presente en la vida de todos y muchos de los comercios locales aparecen en webs como portal Mejores Madrid. Como su nombre indica, solo hay cabida para los mejores. Por eso, uno de los requisitos es que el negocio tenga historia y tiempo de experiencia.
En los últimos años parecía que el comercio local estaba decayendo, pero en tiempos de coronavirus hay muchas razones que te iré contando a lo largo de este artículo por las que los usuarios optan por el comercio cercano y de toda la vida.
Nuevos modelos de consumo
Desde la llegada de la Covid-19 a nuestras vidas, un 55 % de los españoles ha vuelto a comprar en pymes locales y un 63 % consume en las empresas pequeñas.
La ciudadanía está cambiando la forma de consumir y ahora vuelve a fijarse en las etiquetas. Prefieren productos más cercanos y que hayan sido fabricados en España. Se ha despertado un sentimiento de protección de lo nuestro e interés por la comodidad de encontrar fácilmente lo que buscas.
Si bien es cierto que la competencia con los e-commerce ha adelantado la muerte de muchos comercios locales, otros han optado por "subirse al carro" de las nuevas tecnologías y gracias a esta nueva forma de comunicación, un 38 % de los pequeños negocios han empezado a crecer por su visibilidad en las redes sociales.
Apoyo al comercio local
Aunque el comercio local esté resurgiendo, necesita apoyos. La economía local es bienestar y riqueza para el barrio porque si un comerciante implanta un sistema de ventas que le va bien, sirve de modelo para los demás. Ellos siguen ese camino, se adaptan para no quedarse atrás y enriquecen la experiencia del usuario.
En este sentido, se crean puestos de trabajo y se estimula la economía de proximidad. La gente sale a comprar y las calles cobran vida de nuevo. La pescadería, la panadería, la carnicería son lugares de encuentros y sociabilización entre los vecinos. Además, encuentras productos frescos, locales y de kilómetro cero.
Cuando compras en un establecimiento local, la atención es más personalizada y, probablemente, encontrarás lo que buscas; lo que se traduce en mayor satisfacción del cliente que, además, no tiene que hacer grandes desplazamientos hasta una gran superficie. Esto, a su vez, supone un ahorro económico en combustible y en castigar al medio ambiente.
Como ves, hay muchas razones para comprar en el comercio local. Así que quédate en tu barrio, contribuye a la economía local y a dar vida a las calles de toda la vida.