Nos duchamos después de hacer ejercicio, antes de comer nos lavamos las manos, y siempre después de comer nos cepillamos los dientes. Son pequeños actos cotidianos que están presentes en nuestra vida diaria como acciones automáticas que hacemos sin pensar, que tenemos interiorizadas, porque sabemos que la higiene es lo fundamental. Si tenemos ese nivel de limpieza en nuestro cuerpo, debemos tenerlo también en el ambiente de trabajo en el que cada día nos movemos.
Las empresas cada vez son más grandes, y no pueden destinar sus recursos humanos a limpiar, por ello realizan subcontratas a empresas especializadas en limpieza como Serviglobe. Mantener un ambiente limpio y desinfectado en un lugar donde podemos llegar a pasar hasta 10 horas diarias, es casi tan importante como nunca manipular comida con las manos sucias.
En el nivel de limpieza de una oficina está en juego la salud y la comodidad de sus trabajadores y, de manera indirecta, también lo están sus futuras transacciones y negocios. Supongamos por un momento que vamos a firmar un contrato importante con un socio empresario. De igual manera que no sería positivo que nos recibiera con mala higiene personal, tampoco nos gustaría que su oficina estuviese descolocada, con basura a primera vista, u oliendo a restos de comida de hace varios días.
Y no solo es importante en una oficina que esté en la planta número 25 de un rascacielos, sino también lo es para un pequeño local a pie de calle. La imagen que dé una tienda es fundamental para atraer clientes. A nadie le gustaría entrar a una tienda que tiene las cajas en la puerta, o que descuelgas una prenda de la percha y viene envuelta en polvo.
El aseo personal y el aseo laboral van de la mano para una correcta convivencia, no solo con nosotros mismos y nuestra comodidad, sino con la gente de nuestro alrededor, nuestros familiares, nuestros compañeros de trabajo, clientes futuros o ya fidelizados. Es por ello que no se debe pasar por alto nunca este aspecto, si alguien va a montar una empresa en los próximos meses, o ya la tiene y no había tenido en cuenta la limpieza del local donde se trabaja.
Y si no podemos hacerlo por nosotros mismos, siempre se puede recurrir a la ayuda profesional de trabajadores y empresas especializadas en ello. Siempre habrá oferta para la demanda.
