La cifra parece extraída de una historia de Ripley. Por primera vez en tres siglos, y “aunque usted no lo crea”, el Producto Interno Bruto del Reino Unido podría llegar a caer entre 10% y 14,3%, de acuerdo con la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés).
El informe destaca que, debido a la pandemia, el crecimiento podría haber caído 21% durante el segundo trimestre de este año. No obstante, la ligera recuperación registrada en mayo pasado después de contraerse 2,2% entre enero y marzo, cuando se inició la crisis sanitaria.
También se prevé que el desempleo (ahora en 3,9%) pueda llegar a situarse entre 10% y 13% hacia finales de 2020 y el primer trimestre de 2021.
Los esfuerzos realizados por el gobierno británico, en aras de apuntalar su golpeada economía, se han traducido en multimillonarias ayudas que de seguro afectarán el déficit presupuestario, elevándolo al equivalente de entre 13% y 21% del PIB. Una cifra nada modesta, por cierto, que seguro pondrá en serios apuros a los responsables de administrar los recursos del Reino Unidos.
La OBR se planteó tres escenarios sobre los cuales manejarse y prever el comportamiento de las finanzas británicas. El optimista prevé un descenso del PIB de 10,6% en 2020 y crecimiento de 14,5% en 2021. El desempleo bajará de 7,9% (según lo estimado para el presente año) hasta 4,7% en 2021.
El escenario moderado plantea una caída de 12,4% este año, avanzando 8,7% en 2021. La tasa de desempleo se calcula en 8,8% para este periodo y 10,1% en 2021. El peor de los pronósticos, el llamado pesimista, anuncia una contracción de 14,3% en 2020, con un crecimiento de 4,6% en 2021. El desempleo se disparará hasta 9,1% para lo que resta de año, previéndose que se ubique en 10,6% para 2021.
Al igual que las economías de la gran mayoría de los países del mundo, la británica sigue un rumbo desconocido, incierto. El descubrimiento o no de una vacuna contra la enfermedad, el levantamiento de las restricciones y la respuesta de las empresas y los ciudadanos a las medidas de estímulo del gobierno, serán variables que decidirán cuál de los escenarios previstos en el informe es el que más se adapte a la realidad, al devenir económico de la nación.
Lo cierto del caso es que el desplome es inminente y amenaza con convertirse en el mayor deslave económico que haya experimentado ese país, en tiempos de paz, durante los últimos 300 años de historia.