El comparador de seguros Acierto.com ha realizado un análisos de los percances más habituales en carretera cuando hace frío, una serie de incidentes generalmente relacionados con partes concretas del vehículo que pierden sus propiedades o pueden dejar de funcionar si hace demasiado frío. De hecho, el 30% de los accidentes de todo un año se producen en invierno a causa de fallas por bajas temperaturas.
Fallos con la batería del vehículo es la causa de 1 de cada 5 percances en carretera, pues es una de las partes más sensibles al cambio de temperatura. También podemos encontrar los fallos en el sistema eléctrico del coche (que aumenta en un 27% por el frío) o fallos de motor y calefacción.
Es habitual también que se detecten problemas con las piezas de goma del vehículo, que pierden consistencia y propiedades en temperaturas más bajas, al igual que los líquidos, que pueden llegar a congelarse. Si se tienen amortiguadores en mal estado, está demostrado que aumenta en gran medida el riesgo de realizar aquaplaning.
Pero no solo el frío puede poner en riesgo el vehículo y a quien lo habita, sino también otros factores relacionados con la época invernal. La reducción de horas de luz provoca que los conductores pasen más tiempo en carretera de noche; la lluvia aumenta en un 70% el riesgo de de un percance, pues rebaja mucho la visibilidad y percepción del conductor, así como la adherencia al pavimento, aumentando en un 40% la distancia de frenado.
Además, se ha demostrado que los coches de colores más oscuros tienen tendencia a sufrir más accidentes, ya que durante la noche es más difícil percibir su presencia, mientras que un coche blanco se puede ver a 160 metros de distancia.
Es por ello que las compañías de seguros y los talleres nos recomiendan dejar el coche preparado para la temporada de invierno. Hay que realizar un buen mantenimiento y puesta a punto, asegurarse que los neumáticos están en buenas condicionas, mirando que la banda sea de al menos 3 milímetros de profundidad, y que no haya ni cortes ni deformaciones; del mismo modo, se recomienda cambiar a los neumáticos de invierno.
Otras recomendaciones que se sugieren son llevar una botella con agua caliente para descongelar el parabrisas y los discos de freno, o que los limpiaparabrisas estén limpiados y preparados con un tratamiento hidrofóbico para facilitar su funcionamiento sobre la luna cuando llueva.
Del mismo modo, hay que comprobar qué tipo de asistencia en carretera nos ofrece nuestra compañía de seguros, si podremos tener un coche de sustitución, o asistencia rápida desde el kilómetro cero. Hay compañías que aseguran al conductor una llegada segura a su punto de destino.
Para este invierno tan atípico, se vuelven a escuchar las típicas creencias populares para una conducción más segura en carretera que se suelen llevar a cabo en otros años, como puede ser utilizar los sistemas de frenado suave, mover el volante en dirección contraria cuando se está derrapando para recuperar el control del vehículo, tener siempre el control del volante en todo momento, reducir la velocidad de conducción, consultar las condiciones meteorológicas y el estado de las carreteras antes de salir de viaje; y llevar una rasqueta, una manta y frutos secos para el viaje.